Rivera, lunes 20 de mayo de 2024

Nuestra opinión: ¡Tristeza!

Nadie puede dudar mi fe celeste. Soy hincha de esa única camiseta y contra la rojiblanca siempre, pero hoy me pongo en la piel de mis amigos, porque el fútbol es adentro de la cancha y lo único bueno que te deja el fútbol, por encima de resultados, títulos y trofeos, son los amigos.
Y pienso en la tristeza de amigos que iniciaron este trayecto hace 22 años y con tantos momentos muy buenos, incluso algunos de ellos jugados en nuestro propio estadio cuando aún no habilitaban el Goyenola.
Pensé en el momento que vivían amigos como Dante Dini, Daniel López Moroy, Bruno Piñeiro que tuvieron que llevar los relatos de un partido que NUNCA hubieran querido transmitir.
Pensé en los comentarios de Jorge Luis, de Oscar Gama, del Nacho Borad, de Alvarito Gil y recordé que una tarde calurosa de verano tuvimos que hacer lo mismo con nuestro Frontera Rivera cuando descendía a la “B” y prácticamente desaparecía del intento profesional en aquel entonces.
Pensé en los dirigentes encabezados por Wilson Ezquerra, el trabajo inicial de mi amigo personal, Carlitos Rodríguez Soto y la continuidad de Fernando, de Juan González, de Mario Martínez…
Pensé en tantos amigos personales como el Tato Rivero, Camilo Gutiérrez, el trabajo de Susana García, de Fernando Capetta y de la joven Majo Machado y por un momento supuse lo que estarían sintiendo.
Pensé en Carlos Wallace, un riverense que supo trabajar en la conducción del equipo, se sus compañeros, Juan Silva, el Meja, y en los muchos jugadores riverenses que vistieron esa camiseta.
Pensé en los árbitros de fútbol que conozco y tengo muy buenas relaciones con ellos como Wilder Quiroga, Inocencio Machado, Marcelo Rodríguez, Tabaré dos Santos, Roberto Laxalde, el “Flaco” Delgado, Luis Borgeaud, Oscar Camargo, Fabián Rivero, Santiago Mederos, Jorge Fabián Arezo, Sergio Martínez, Santiago Gómez, Wilson Sanguineti…
Pensé en los jugadores de Tacuarembó que brillaron en nuestro fútbol desde la época de Gil Rivero, de Rogelio, de Oscar Julián Mendaro (que ya no está entre nosotros), del “Mueble” Ismael de Souza…
Y no quiero olvidarme, porque fue en el primero que pensé en el momento del silbato final y ver a los jugadores caídos en el campo de juego lleno de lágrimas en los ojos, y aunque eran camisetas rojiblancas, la sentí como propia, pensé en el “Cholo” Leites, un gran amigo que dejó parte de su vida en este emprendimiento.
A los rojiblancos hoy les pido disculpas por ser enemigos dentro de la cancha porque por encima de ello están los momentos felices que vivo con mis amigos de ese departamento. Hoy siento este triste momento como propio.
Fotografía: Por la Raya/890AM

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