Nuestra opinión: Otra vez la pelota en la casa del vecino…
¿Recuerdan cuando éramos chicos y jugábamos al fútbol en la calle de arena o en un terreno baldío al lado de casa?
Y en cada remate de uno de los más grandes del grupo la pelota se iba a la casa del vecino y era justito la hora de la siesta del hombre, que escuchaba como la pelota repicaba en el techo de lata.
Caía en su patio e inmediatamente uno de nosotros (casi siempre mandábamos al más chico para evitar represalias), golpeaba a la puerta y amablemente (y con mucho miedo) pedía que le alcanzara la pelota…
Una, dos y, a veces hasta tres veces, lo hacía con una fingida sonrisa en su rostro, pero a la cuarta ya ni te atendía y la pelota se quedaba en la casa del vecino.
A partir de ahí y cada vez que algo se reitera una y mil veces, decimos: “otra vez la pelota en la casa del vecino”.
Con la fijación de los partidos suspendidos de la categoría sub-14, con el comienzo del fútbol infantil y algunas cosas más, pasa exactamente lo mismo, una y otra vez se fija y una vez más se suspende debido a las condiciones climáticas.
Y lo peor es que cuando escuchamos a los que saben algo de meteorología, dicen que el tiempo estará así hasta la semana que viene.
Es que el tiempo y el calendario del fútbol riverense no tienen buenas relaciones, están enfrentados.
La Liga quiso hacerle un gol al tiempo y fijó todos los partidos para la cancha de Cuñapirú.
Todos sabemos que Cuñapirú es la cancha que seca más rápido, que no hay muchos inconvenientes, pero ayer nuevamente y en la cancha de Cuñapirú no se pudo jugar.
De atraso ya ni hablamos más, porque después, y por más que digan que se va a jugar a mitad de semana, es casi imposible por estudios de los chicos, por trabajo de los técnicos y delegados… Por una razón u otra, se va empujando hacia adelante.
Y de esto nos vamos a dar cuenta recién a fin de año, cuando estemos en diciembre y nos queden muchos títulos por definir y tengamos que jugar entre el 25 de diciembre y el 1 de enero, todas las definiciones de uno u otro torneo.
Es que, en definitiva, no hay otra solución y esperamos con ansiedad qué pasará este fin de semana, cuando, al menos por ahora, para el domingo, se anuncian nuevas precipitaciones. Es que, con el tiempo no se puede.