Nuestra opinión: El conflicto arbitral
(Por Freddy Silva) Aprendimos hace muchísimos años que la carreta nunca va delante de los bueyes, a respetar a los superiores, a acatar órdenes de quienes están por encima nuestro en cualquier organigrama.
Los clubes, que son los dueños de la Liga, designan a los neutrales que van a comandar el accionar y lo hacen con su voto.
Los neutrales asumen con el consentimiento democrático de la mayoría de los clubes.
Una vez que asumen la representación de la Liga son los responsables directos, de acuerdo a las normas reglamentarias, de designar a los cuerpos auxiliares.
Y el Reglamento establece las atribuciones de los cuerpos auxiliares y concretamente en el caso del Colegio de Árbitros está explicado en el Art 42.
Es por eso que ahora no podemos coincidir de ninguna manera con la Asociación de Árbitros porque toma una medida sin negociación previa.
Lejos de pensar que podemos y estamos en condiciones de dictar normas, lo concreto hubiera sido que en primera instancia se reunieran las partes y que cada cual asumiera su cuota parte de responsabilidad, porque todos la tienen.
El Colegio de Árbitros se equivocó y no debió haber designado a Luis Carlos Rodríguez, primero, en la fecha anterior, en la cancha de Peñarol y en ésta última, precisamente en la terna del partido de los aurinegros.
Y todo a raíz de un hecho casi insólito e intrascendente por un litigio por una botella de agua helada.
Una vez que el Colegio de Árbitros lo designó, el árbitro tiene todo el derecho a defender su labor, su trabajo y quiere actuar. No tolera que venga el presidente del Colegio de Árbitros a cambiar la designación a una hora del comienzo del partido.
Todas situaciones que se debieron evitar y si no se evitaban habría que reunirse a trata el tema entre todos.
El Colegio de Árbitros por un lado, asumiendo su error, porque lo hubo y es humano; la Asociación de Árbitros por otro, que defendió a su asociado, y los neutrales como agentes catalizadores, verdadera visión neutral de la situación.
Todo se debió analizar e incluso las consecuencias de las medidas a adoptar.
Las notas de la Asociación de Árbitros siguen siendo muy mal redactadas, no son concretas, se van por las ramas, mencionan varios hechos que debieron ser dichos y denunciados en otros ámbitos y en otro momento.
La Liga no puede, de ninguna manera, solicitarle a Walter Machado que renuncie, porque fue quien lo eligió para el cargo.
Pero, fundamentalmente, la Asociación de Árbitros no puede solicitar que se remueva del cargo al Presidente del Colegio de Árbitros porque no corresponde. El Colegio de Árbitros es su órgano superior inmediato.
Pero no olvidemos nunca lo del principio, los “dueños del fútbol” son los clubes.
Y, como corolario no olvidemos que esto no es nuevo. Sucedió hace un par de meses cuando José Sandín era el Presidente del Colegio de Árbitros y luego cuando quedó en el cargo Antonio Fernández, a ambos también se le pidió la renuncia y hoy, la Asociación de Árbitros no quiere a Machado pero acepta a Fernández (?).