Mientras los mayores se desgastan con problemas, los juveniles marchan tranquilos
Los juveniles celestes trabajan sin mayores inconvenientes, tanto que a los últimos entrenamientos han concurrido la totalidad de los integrantes del plantel.
Los veintiséis actuales integrantes del grupo concurren y trabajan sin mayores inconvenientes bajo las órdenes de Guedes, Santos y Beledo.
Hay, sin embargo, un problema a resolver y tiene que ver con los viajes. Sabido es que podrán hacerlo solamente dieciocho jugadores y que los ocho restantes quedarán en casa.
Son jóvenes, tienen la ilusión de vestir la celeste y a nadie le gusta quedarse en casa cuando los compañeros viajan a un amistoso o a un partido oficial.
No es una situación simpática y en todas las selecciones, esta elección de jugadores ha provocado algún resentimiento y hasta alejamiento del grupo.
El técnico conoce este tema pero está convencido de haber hablado claramente con el plantel y les ha hecho saber que esta situación no tiene otra posibilidad de solución.
El jueves pasado ya estaba previsto el primer viaje que fue suspendido y ahora se realizará el martes.
La primera elección y seguramente varios jugadores del plantel de veintiséis quizás nunca tengan la posibilidad de viajar y eso es bastante complicado pensando en términos de formación de un buen grupo.
Pero si nos abstraemos de este inconveniente, la celeste chica, un poco abandonada como sucede todos los años, cuando la dirigencia y hasta la propia afición deportiva le brinda mayor atención a los mayores, sigue trabajando a paso firme y seguro rumbo a mejorar la producción del año pasado.
No olvidemos que a pesar que Rivera ha estado ausente de los títulos importantes desde hace ya muchos años, los juveniles fueron terceros a nivel nacional escapándose la posibilidad de jugar una final por muy poco cuando en Colonia a poco del final del partido, un cabezazo de Diego Aiscar dio en la parte baja del poste del meta local cuando ya estaba vencido.
Pero, son acciones de juego y lo que nunca se podrá olvidar es que una selección celeste, callada, con un pequeño grupo de colaboradores, casi anónimo, llegó a un lugar donde hacia ya mucho tiempo que no llegaba.
Y si vamos un par de años atrás, jugando en Maldonado, también fue una selección juvenil la que estuvo muy cerca del título máximo quedando con el vicecampeonato y perdiendo la chance de ser el mejor porque en un tiro libre la pelota rozó a un defensa celeste y descolocó por completo al golero de aquel momento, el hoy consagrado Yai Fontes.
Los juveniles siempre han estado y merecen un mejor apoyo que el escaso que se les ha prestado en los últimos años.