Rivera, domingo 7 de julio de 2024

Los delegados se “despacharon” contra la actitud de algunos árbitros

Los clubes se han acostumbrado al reclamo de la tarea arbitral en el seno de las sesiones de los Consejos.
Después de la última fecha jugada el pasado fin de semana no fue diferente y en la sesión semanal se escucharon voces muy fuertes contra la gestión de algunos árbitros.
Olvidan que los árbitros están allí porque fueron aprobados por ellos mismos, olvidan que tienen una instancia para recusar y que no hace uso de ella.
Recordemos que a lo largo del último medio siglo de vida deportiva en nuestro fútbol, solamente en una oportunidad, los delegados recusaron a un árbitro y éste no pudo actuar en toda la temporada.
Pero no podemos olvidar que la reglamentación establece claramente que una vez que se acepta la nómina que llega desde el Colegio, ya no hay resorte legal para solicitar que alguno de ellos no actúe.
De todas maneras los delegados de los clubes han pedido que se envíe una nota al Colegio de Árbitros, como cuerpo, con la finalidad de solicitarle que se ajusten los controles respecto a la tarea de los árbitros y que se sancionen a quienes no actúan dentro de los parámetros de la normalidad deportiva.
Pero recordemos que el Colegio está desintegrado y que un solo miembro, como hay hoy, no tendría potestad alguna de tomar decisión cuando ni siquiera ha sido presentado ante los representantes de la Asociación de Árbitros para ser reconocido como órgano rector de la actividad que cumplen.
Sarandí Universitario hizo propicia la oportunidad para denunciar que en el partido de fútbol femenino que se jugó el pasado fin de semana en la cancha de Peñarol, los Asistentes que fueron designados, uno de ellos era quien había sido protagonista principal de los hechos que determinaron que a la institución le cerraran su cancha y lo hicieran jugar sin público y el otro designado es una persona que ha tenido problemas reiterados con el club y que su conducta, durante el partido, no fue ajustada a lo que debe realizar un árbitro que mantenga su equidad de criterios.

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