Ese sayo no nos corresponde

Lamentablemente muy poco público en la tribuna habilitada del Estadio “Atilio Paiva Olivera” para el encuentro de juveniles ante Salto. Arriesgamos a decir que había tantos salteños como riverenses.
Durante el partido recibimos algunas críticas al respecto pretendiendo responsabilizar a los medios de prensa. Pedían tratamiento igualitario con los mayores señalando que ahora, que la selección mayor había quedado eliminada, habíamos desamparado a los juveniles.
A ellos decimos claramente, los que estamos siempre en los campos de juego, los que acompañamos a la sub-14, sub-15, sub-18, sub-20 y mayores, los que vamos a todos lados sin que ningún medio aporte el dinero para el viaje y alimentación, los que vamos a todos los entrenamientos, estábamos allí en el estadio desde muy temprano e incluso debimos soportar algunas situaciones de personalismos y abusos de un poder transitorio a quienes no están capacitados para ejercerlo.
Es por ello que, los que estamos siempre y que los técnicos y jugadores conocen muy bien, no aceptamos de ninguna manera estas críticas.
Se dice que el espectáculo no fue lo suficientemente promocionado.
En nuestro caso basta remitirse a los archivos del diario y grabaciones de la radio, para darse cuenta que más que lo que hicimos, no se podía.
Si la Liga no lo promocionó lo suficiente, no vendió entradas anticipadas o fijó un valor de entrada que muchos consideraron excesivo, no es nuestra responsabilidad porque no tenemos acceso a esas resoluciones y solamente las divulgamos.
Sin embargo, nosotros creemos que también son responsables los propios aficionados, que prefieren quedarse en casa, acompañando las redes sociales, interactuando y aprovechando la situación para criticar, porque es mucho más fácil que ir al estadio, sentarse en el cemento aún caliente, y alentar al equipo.
Claro está que todo depende del resultado deportivo porque si se gana todo es maravilloso y si no se gana, todo está mal y hasta seguramente el técnico también tiene su cuota de responsabilidad por dejar en el banco de suplentes a los mejores jugadores.
Lamentablemente nuestro público es especial, solamente la voz de un parcial se escuchó todo el partido, los demás todos eran salteños que alentaron todo el tiempo a su selección.
Y hasta algunos “personajes” de nuestro mundillo del estadio, se tomaron atribuciones que no corresponden y prepotearon a dirigentes, integrantes del cuerpo técnico y jugadores salteños impidiéndoles hasta que pudieran recargar sus teléfonos celulares cortándoles la energía en lugares claves.
Pero bueno, a nosotros no nos cabe la crítica y estamos más que tranquilos con nuestro trabajo, y hablo en representación de otros varios compañeros que estamos alentando a la celeste sea donde sea y que luego nos venimos a la sub-15 y a la Divisional B de nuestro fútbol casero.