Rivera, domingo 22 de diciembre de 2024

El younguense no tuvo una pésima labor pero terminó siendo influyente

La labor de la terna arbitral del partido jugado en el Dickinson no fue mala, no tuvo grandes errores, pero las pequeñas equivocaciones fueron complicando, cada vez más, las posibilidades celestes.
Luis Messa sancionó severamente cada una de las faltas de los jugadores riverenses y omitió la sanción a duras faltas de los salteños.
La expulsión del primer jugador riverense se dio luego de una falta malintencionada del salteño a quien no expulsó y solamente lo hace después de la indicación del Asistente.
La expulsión del segundo jugador celeste se dio por una falta que provocó el salteño dejándose caer y Vanderley Barreto no tenía otra opción que quedar encima del rival y como ya tenía tarjeta amarilla, se debió retirar de la cancha.
Pero nada hizo cuando una “patada voladora” del zaguero Fernández tiró afuera de la cancha a André Silva en el comienzo del segundo tiempo… ni amarilla.
Estaban tan perdidos que ni el árbitro sabía que Camy y Souza estaban afuera porque habían sido lesionados por jugadores salteños y dejó a la celeste con ocho hombres en la cancha durante tres a cuatro minutos.
Un integrante del cuerpo técnico salteño ingresó a la cancha y le alcanzó la pelota a un jugador local para que éste efectuara un saque lateral pero como la pelota aún no había salido, el jugador continuó la jugada sin que nada sucediera.
Si bien es cierto la expulsión de Víctor Hugo Pacheco es reglamentaria porque no debe ingresar a la cancha, ni siquiera para separar a los jugadores, el salteño también lo hizo en la misma jugada y no siguió el mismo camino.
El masajista celeste entró a auxiliar al jugador riverense caído y el árbitro lo expulsa de la cancha cuando él mismo le había hecho la señal de ingreso.
Cuatro minutos de adición en el primer tiempo cuando el partido tuvo detenido en varias oportunidades y por varios minutos, basta recordar solamente el momento de las expulsiones.
Cuatro minutos de adición en el segundo tiempo cuando el partido no se paró nunca y justamente en ese momento se logra el gol local.
Son pequeños errores que van marcando el camino final y que termina siendo influyente en el resultado final del partido, y si Salto no hubiera logrado el tanto no sería responsabilidad del younguense.

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