El tiempo y el mal estado de las canchas impidieron la continuidad del fútbol
Vimos el pésimo estado del campo de juego de Peñarol y ya, al caer la tarde sabatina, advertimos lo difícil que iba a ser que se pudiera jugar el domingo.
Es que en realidad, durante las primeras horas de la noche del sábado existía la casi segura convicción que iba a ser muy difícil.
Mucho más cuando a las tres de la mañana la lluvia era intensa.
A pesar de ello había que aguardar la información oficial que debía salir antes de lo que normalmente llega habida cuenta que se adelantaron los horarios de los partidos de la categoría juvenil.
Pero con puntualidad británica, como lo marca el reglamento, dos horas antes del comienzo del primer encuentro, llegó la comunicación del vicepresidente de la Liga.
En ese momento estaba suspendida la actividad de juveniles y se iba a aguardar un par de horas para decidir acerca del Campeonato Rivera de Primera División.
Era muy difícil y complicado aunque en determinado momento hubo alguna perspectiva ya que vimos el sol que solamente asomó para justificar que no hay domingo sin la presencia del astro rey.
Pero se fue tan rápido que ni siquiera pudimos disfrutarlo y volvió la lluvia, por momentos intensa.
A las diez de la mañana ya estaba la confirmación oficial y los partidos de Primera también se suspendían.
Mala suerte en el comienzo de la actividad en el certamen mayor del fútbol riverense pero no había otra posibilidad.
También muy temprano el fútbol infantil ya había suspendido toda su actividad.
A partir de allí comienzan las dudas en cuanto a lo acertado o no de la decisión.
Particularmente creemos que se debe suspender para preservar todo, jugadores, equipos, intereses de los clubes y especialmente el estado de los campos de juego de los equipos que ponen a disposición sus escenarios deportivos.
Y no faltará quien señale que los clubes cobran por cederlos, porque es cierto que tiene un costo cubierto, pero que no alcanza ni siquiera para pagar el rodillo que hay que pasar al día siguiente de un partido jugado en esas condiciones.