El primer clásico jugado fuera de Brasil lo ganó Gremio ante escaso público

Fue, sin duda alguna, el clásico Gre-Nal con menor cantidad de aficionados en las tribunas. Las razones fueron muchas pero la mayoría establece que el valor de los ingresos privó a mucha gente la posibilidad de concurrir al estadio.
Sin duda alguna que la presencia de jugadores de segundo nivel también y ello sumado que estamos en el penúltimo día hábil del primer mes del año, todo suma y el resultado fue una presencia de menos de cinco mil personas, y conste que en horas de la noche del sábado se resolvió que toda persona que tuviera entrada tenía derecho a levantar otra por lo que quizás las entradas vendidas no debe haber superado las cuatro mil.
Pero a nivel deportivo, Gremio ganó un partido increíble porque al término del primer tiempo perdía uno a cero y el tricolor gaúcho dio vuelta el resultado en el complemento ganando, de esta manera su clásico 121 en el Grenal número 384 y el primero que se juega en el exterior del país.
Los principales títulos de los sitios de Internet de Río Grande del Sur señalaban anoche que habían faltado los titulares de los equipos pero que también había faltado el fútbol.
Ante esta situación según lo establecen los brasileños, y ante la falta de fútbol en la cancha, los pocos parciales buscaron otras situaciones para provocar al rival.
Los colorados coreaban el nombre de: «¡Ronaldinho! ¡Ronaldinho!», mientras que los gremistas respondían: «¡Mazembe, Mazembe!». Jonas y Kidiaba también fueron recordados por las parcialidades.
La novedad que llamó la atención y que poco se conocía con anterioridad es que los padres de uno de los jugadores de Gremio son nacidos en Rivera y estaban en la tribuna, pero lo realmente importante es que se trata de quien anotó el gol del empate y además fue considerado el mejor jugador de la cancha, se trata de Bruno Collazo.