El “Mago” volvió, pero solo con la camiseta tricolor y luego se va
Gratísimo placer reencontrar a Marcio Galli en una cancha riverense. El “Mago” volvió al tricolor del Pueblo Nuevo como una revancha porque ha sido con la única camiseta que no fue campeón.
Lo recordamos siendo un niño y debutando en el baby fútbol de Rampla Juniors y luego en los juveniles de Sarandí Universitario.
Con 17 años sale por primera vez y se va a la quinta división de Defensor Sporting. Dos años en Peñarol donde fue campeón en Tercera División junto a otro riverense, Marcos Ramos, que fue goleador del certamen.
Vuelve a Rivera a jugar en Artigas dos años, el primero con Miguelito Lemes y el segundo con Enrique de Bellis, pero sin lograr el título que era el objetivo.
Fue en ese entonces que comienza su romance con la selección celeste de la mano de Carlos Wallace. Vuelve a la capital del país a jugar en Miramar Misiones y siempre junto a Marcos Ramos.
Ambos retornan para jugar con la camiseta de Lavalleja la Copa de Clubes y de aquí a Wanderers de Artigas para jugar la Liguilla y la Copa de Clubes de la mano de Barreneche y luego de Mario Saralegui, que no termina porque se fue al exterior y llegó Adolfo Barán.
Nuevamente en el fútbol riverense para jugar en Sarandí Universitario, siendo campeón con Enrique de Bellis, de nuevo al Wanderers de Artigas, ahora con Gustavo Ferraz y nuevamente campeón con Sarandí Universitario.
Pasa a Peñarol con Donato Lemos, donde sale campeón un año y pierden la final ante Sarandí Universitario al año siguiente.
Ingresa al grupo de jugadores que se unieron para hacer posible que Cerro volviera a la Divisional A, lo logra y a mitad de año se fue a Wanderers Juvenil de Tacuarembó conociendo al “Fantasma” Duarte.
Ahí comienza un romance con los títulos, tanto con el club, logrando un tricampeonato, como con la selección rojiblanca, siendo campeón del interior el primer año que juega y luego campeón del Litoral en varias oportunidades.
Hoy Galli vuelve al fútbol riverense a buscar la revancha con la camiseta de Artigas de la mano de Clodorenato Silva, que lo fue a buscar para demostrar que el fútbol es sencillo como pegarle bien a una pelota y asistir a un compañero de la mejor manera.
Está a préstamo hasta febrero y recién allí optará por la camiseta que quiera vestir en la próxima Copa de Selecciones. Ya no hay duda, será la rojiblanca de Tacuarembó con la que ha logrado muchísimo, y ya está en el grupo seleccionado de Heber Colmán.