El fútbol callejero como una herramienta de transformación social que mejora la calidad de vida

El objetivo principal del Fútbol Callejero es mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes de poblaciones vulnerables, a través de capacitaciones y talleres educativos, deportivos, culturales y ecológicos que fomentan la formación, conocimientos y habilidades de liderazgo de cada participante.
El proyecto, se desarrolla en una comuna que alberga fundamentalmente a estratos socioeconómicos medio-bajo, invadidas por la drogadicción y oros males sociales.
Esta situación lleva a jóvenes a realizar talleres lúdicos y educativos, usando nuevos métodos de enseñanza.
La fuerte incidencia de la drogadicción en poblaciones vulnerables, intensifica los obstáculos y desmotivación de surgir, opacando cualquier intento de capacitación y formación profesional y son los jóvenes afectados, quienes intentan revertir esto.
Actor o actores fueron los que se motivaron para tomar acciones sobre esos acontecimientos o situaciones.
En primer lugar, jóvenes provenientes de la población, que veían en el fútbol callejero una herramienta de transformación social, posteriormente se suma el apoyo de organizaciones sociales e instituciones públicas, pertenecientes a los territorios.
Condiciones, capacidades o recursos específicos del territorio (“recursos endógenos”) aprovechó la iniciativa.
La memoria histórica y de esfuerzo que invade a las poblaciones intervenidas, puesto que, la mayoría son resultado de esfuerzos colectivos, con un alto valor a en lo que se refiere a organización. La cercanía geográfica y referencialidad entre cada población.
Principales líneas de trabajo (estrategias) por medio de las cuales se buscó cumplir los objetivos y obtener los resultados.
Ejecución de talleres permanentes y escuelas de verano sobre temáticas de: Fútbol Callejero, Ecología y Muralismo, espacios utilizados para incrementar las habilidades, físicas, cognitivas y sociales.
Formación de Liderazgo, es importante educar a los/as participantes, a través de herramientas pedagógicas, sociológicas y de salud, para responsabilizarlos de difundir estas prácticas.
Talleres de salud, los cuales contribuyen a entregar herramientas que mejoren la calidad de vida en torno a cuidar el organismo.
Uso del espacio público para actividades familiares, vecinales, y que se vuelva a la vida pública, pero volviendo a posicionar los buenos valores, como la solidaridad, respeto mutuo y el amor. Más información en la edición impresa.