El color, la alegría y las emociones colmaron las instalaciones de Sarandí Universitario
(Por Freddy Silva) Como suele suceder, como desde el comienzo hace ya cincuenta años, la pasada Semana de Turismo se vistió de verdiblanco.
Pero, a cada edición, siempre hay novedades y siempre se renueva la apuesta a mejores realizaciones. Hay más colorido, más emociones, hay presencias interesantes y es el momento del reencuentro con deportistas con quienes pasamos un año sin vernos pero que tenemos la cita obligada el día del lanzamiento de los Juegos Verdiblancos.
Y allí estamos, como todos los años. No queremos perdernos ni un solo detalle, porque en medio del ruido, del color y de las emociones que no faltan nunca, está un amigo.
El homenajeado de la presente edición es uno de los tantos amigos que nos ha dejado el fútbol, a quien vimos por primera vez cuando comenzamos en esto de la tarea de informar.
Es que Hugo Alvez de los Santos estaba en el plantel que se consagró campeón del interior el 4 de agosto de 1968, precisamente el día que, por primera vez, utilicé un micrófono.
Hugo sabía que era suplente de aquel gran equipo, pero siempre estaba. Él y Edison Olmes dos Santos eran llamados todos los años a integrar el grupo seleccionado celeste.
Luego vimos que Hugo jugaba, y muy bien, al básquetbol y al vóleibol y llegó a ser campeón del interior con la representación verdiblanca.
Y siempre estuvo allí. En una sola oportunidad tuvo una posibilidad de salir de Sarandí Universitario pero no se dio y “el Hugo” quedó en “su casa”.
Desde muy joven comenzaron los amores con “la Flaca” y la sede verdiblanca era el lugar ideal para aquellos años dorados de la juventud, pero siempre muy controlados por Bernardino Freitas que se había comprometido con el padre de María Inés.
Y crecieron todos juntos, “el Hugo”, “la Flaca”, el amor y llegó el día del casamiento.
En todo ese trayecto los consejos de Mario “Xixi” Basualdo a quien siempre lo consideraron como un segundo padre.
Vino la lesión de meniscos de Hugo Alvez, que lo radió del fútbol y de los otros deportes, y la intervención del Dr. Juan Pedro Silva Antuña.
En la recuperación apareció Eolo Cerón para una tarea de rehabilitación demorada, larga y tediosa.
Pero llegó la recuperación y Hugo pudo volver a las canchas y volvió a demostrar su capacidad. Ahora ya como un consejero a los jóvenes verdiblancos que comenzaban a jugar.
Llegó el momento de “colgar los zapatos y los championes” pero “el Hugo” ya tenía el escudo de Sarandí Universitario grabado a fuego en su interior, y “la Flaca” también.
Siempre al lado de los grandes dirigentes que ha tenido el club, nunca en una Comisión Directiva porque estima que se puede colaborar de la misma manera desde afuera.
Hugo y María Inés estaban en la lista que tenía “el Ronco”, una especie de caja chica que buscaba colaborar con los gurises que necesitaban, con un par de zapatos o ropa, y hasta en muchas oportunidades algún surtido.
Pero ni Hugo ni María Inés sabían que el otro colaboraba con “el Ronco” hasta que un día hubo un error que dejó al descubierto que ambos colaboraban, pero siguieron haciéndolo.
Y vino Pedro Martín, “el Cara”, que se crió en la sede, la segunda casa de la pareja Alvez-Camps.
Los primeros pasos los dio en el gimnasio, las primeras pelotas las pateó allí y muy pronto comenzó a jugar en el fútbol infantil del verdiblanco.
Luego la etapa de juveniles y en varias oportunidades en Primera División alternando con estudios y la llegada a los Juegos Verdiblancos en toda Semana de Turismo.
No podía ser de otra manera, la novia del “Cara” tenía que estar vinculada a la verdiblanca.
Apareció Ana Paula en la familia, en la de los Alvez-Camps pero también en la de la calle Dr. Anollés.
Y vino el casamiento en esta segunda generación o tercera porque no podemos olvidar que “el Chito” también siempre estuvo ligado a la institución y hasta ya fue homenajeado en los Juegos Verdiblancos.
Se sigue llenando la sede con la llegada de Martín, un chico con una cara de pícaro “que lo vende” y que ya corre alrededor del gimnasio que lleva el nombre de un grande a quien todos respetan y que un día él mismo sabrá recordar y respetar, José Agustín Moratorio.
Agustín dije… no puedo olvidar el arribo, no hace mucho tiempo, del último -por ahora- integrante de este clan, y se llama precisamente Agustín, otro que ya anda por la sede. Es que sus padres, sus abuelos, todos están allí.
No les conté que Hugo, con todo su involucramiento con la institución nunca pudo ser campeón en Primera División, pudo serlo en la Divisional B y devolvió a su club querido a la Primera, que jugó muchísimos años junto al “Sabonete” y tantos otros, que considera que Guilmen Sabaní es su hermano de la vida a quien conoció apenas llegó a la ciudad y con quien recorrió muchas canchas como compañero.
Pero Martín, que hoy es directivo del club, fue campeón en el baby fútbol, en juveniles y en mayores.
Este es “el Hugo”, el que recibió su merecido homenaje, aquél que sabía que un día le iba a tocar pero que, como todos, no estaba preparado.
El mismo que intentó un discurso y se le “anudó la garganta” se le “aflautó la voz” y debió terminarlo casi abruptamente porque frente a sí no tenía solamente las imágenes de sus tiempos juveniles cuando vestía la verdiblanca en una cancha o en un rectángulo de juego sino que había cientos y cientos de chicos y no tan chicos que vestían cuatro colores representando a cada uno de los equipos que disputaron estos 41ª Juegos Verdiblancos.
Olvidé decirles quien ganó, a quien correspondieron los honores de la victoria en los juegos, el nombre de los líderes ganadores pero… en realidad poco importa, o más bien, nada importa.
Lo que queda es la emoción del recuerdo a uno de los grandes que tiene el club, el movimiento que se registra en la calle Dr. Anollés todo el día, la unión de chicos, jóvenes adultos y más adultos aún todos compitiendo pero todos conscientes que lo más importante es la unión del grupo que hace que Sarandí Universitario sea un club completo con todo lo que se puede pedir a una gran institución.
Es obvio que no podemos cerrar esta nota sin felicitar a todos los que tienen que ver con la organización de esta actividad, a los integrantes de la Comisión Directiva y a cada uno de los que participaron aportando puntos para su equipo pero haciendo más grande al club.
Y hoy a pocas horas de haber finalizado esta edición ya nos ponemos a pensar en la Semana de Turismo del año que viene y ya queremos conocer a quien el club irá a homenajear en la próxima edición. Mientras tanto el reinado será del gran Hugo Alvez de los Santos. Fotografías: Suplemento “El Deportivo”.