Con tantos inconvenientes a enfrentar, el resultado no podía ser otro que la derrota

MINAS DE CORRALES (Por Freddy Silva). Cuando se enfrentaron tantas adversidades no es posible alcanzar una victoria porque, si así fuera, sería una hazaña y las hazañas no se dan todos los días.
Trataremos de ser lo más objetivos para explicar la derrota de Peñarol, que comienza por nosotros mismos, cuando no somos capaces de jugar en casa para ser locales como visitantes en Minas de Corrales. “Si no nos defendemos entre nosotros, nos comen los de afuera” dice el refranero popular y nunca tan bien aplicado como en esta oportunidad.
Peñarol salió a recorrer 95 kilómetros, sin almorzar, para enfrentar a un equipo de Tacuarembó que viajó menos de 50 kilómetros después de haber almorzado y muchos jugadores hasta sestearon antes de la partida al encuentro. Cuando no se puede perder como local, fuimos visitantes jugando en casa.
Hasta la parcialidad de Estudiantes se subió al ómnibus para ingresar sin pagar la entrada con el cuento de la recíproca en Tacuarembó, cuando todos sabemos que un ómnibus no entra al Goyenola.
Seguimos: El ómnibus de Peñarol esperó y esperó a un jugador que no llegaba y salió bastante más tarde de lo previsible y… sin el jugador que presumiblemente iba a ser titular. No olvidemos mencionar que Pablo Farías, la carta goleadora del equipo, no pudo jugar por una pubalgia que lo aqueja.
Al llegar al Estadio nos encontramos con que no había un lateral derecho de oficio y había que improvisar, dejándole la más fea a Joaquín Sánchez, a quien sacrificaron en una función que no siente y que, en definitiva, lo llevó al final que tuvo. Antes de los diez segundos de juego cae Richard Gómez y su rodilla torció hacia un lado; el delantero siguió en el campo de juego, pero enseguida debió dejar la cancha debiéndose realizar un cambio para el ingreso de Rodrigo Cuña.
Después, el partido. Gol de Peñarol, en cabezazo claro de Maximiliano Machado para anotar la apertura, y momentos muy buenos de Peñarol, que estuvo a punto de concretar el segundo y tuvo chances para hacerlo, porque se debió haber sancionado un claro penal de Néstor Villar por una mano que intercepta un remate de Fabricio Ferreira, y una clara falta a Luis Eduardo García, que lo tiran al piso para evitar un cabezazo de frente al arco.
Pero, además, hay una salvada providencial de Yian Luca Rosa ante un remate de Luis Eduardo García que llevaba destino de gol.
Todo iba bien y la situación hubiera sido diferente si omitimos la última jugada del primer tiempo, cuando Estudiantes empata el partido. Un gol que más que estadístico fue psicológico.
Era visible ver como los jugadores de uno y otro equipo ingresaban al vestuario. Ellos con una alegría enorme por el gol y los aurinegros con la honda preocupación de ese empate.
Por si todo ello fuera poco para explicar la derrota, a los pocos minutos del segundo tiempo viene la tarjeta roja a Joaquín Sánchez.
Peñarol con diez en la cancha, pero sin jugadores para armar una línea de fondo adecuada; ni adentro ni afuera había solución y Rodrigo Cuña debe pasar al lateral izquierdo pasando a Washington Leites a la derecha.
Pero el técnico y todos lo llamaron varias veces porque Rodrigo no quería escuchar eso, hasta que, sin otra solución, se fue a la izquierda de la defensa.
Era demasiado tiempo para que Peñarol pudiera soportar al menos el empate y hubo momentos de un dominio total de la media y media, al punto que ya ni se llegaba más ni cerca del “Cuca” Rosa. Entonces, cuando todos los tacuaremboenses se mostraban desconformes con el accionar de Rafael Zacarías, el goleador, siempre presente, marca el segundo.
No dudamos en pensar que allí se terminaba el partido para Peñarol. No había fuerzas, no había fútbol, no había siquiera quien pudiera llegar para rematar al arco rival y el partido se fue encaminando lentamente al final, no sin antes llegar el mejor gol de la tarde, por su concepción y por la finalización que le dio Iván Silva.
Cerró el partido y se terminó el primer capítulo que todos hubiéramos querido que tuviera otro final, pero nosotros mismos ya fuimos entregados a Minas de Corrales, a la que hay que agradecer, porque ellos hicieron todo lo posible por ofrecer un buen espectáculo y así fue, pero sin victoria aurinegra que hubiera sido lo mejor.

LOS DETALLES

PEÑAROL 1 ESTUDIANTES 3
Cancha: Estadio “Sicinio da Cunha” de Minas de Corrales. Árbitros: Carlos Eduardo Paz, Alvanio Machado Brites y Daniel Enrico Cantos (terna de Artigas).
PEÑAROL: Anderson Etchenique, Washington Leites, Maximiliano Andrés Machado, Samuel Olivera, Cristian Fabricio Ferreira, Carlos Leonardo Castillo, Joaquín Sánchez, Leviston Carballo, Richard Gómez, Luis Eduardo García y Pablo Muñoz.
Cambios: Rodrigo Cuña por Richard Gómez; Álvaro Costa por Leviston Carballo; Marcio Camy por Carlos L. Castillo; Marcos G. Boldrini por Pablo Muñoz.
Gol: Maximiliano A. Machado a los 12’ del primer tiempo.
Observaciones: A los 10’ del segundo tiempo fue expulsado Joaquín Sánchez.
ESTUDIANTES: Yian Luca Rosa, Santiago Rodríguez, Carlos Dutra, Jorge Malaquín, Néstor Villar, Nicolás Duarte, Iván Silva, Matías Barboza, Héctor Olivera, Gabriel de Souza y Rafael Xavier Zacarías.
Cambios: Jonathan de los Santos por Matías Barboza; Luis Fernando Guedes por Héctor Olivera; Alfonso Trinidad por Iván Silva.
Goles: Gabriel de Souza a los 45’ del primer tiempo, Rafael Xavier Zacarías a los 2’ del segundo tiempo e Iván Silva a los 38’ del segundo tiempo.