Rivera, miércoles 27 de noviembre de 2024
Gran victoria de Rivera en Bella Unión...

Clara demostración de que el fútbol es imprevisible y que cuando se quiere, se puede

No podemos ser hipócritas en decir que antes del partido se confiaba en la integración del equipo, por cuanto nunca estuvimos de acuerdo con la integración de un equipo alternativo para jugar en Bella Unión.
Era como considerar que el partido estaba perdido antes de jugarlo. Y no porque no se confiara en los jugadores, porque se trata de una selección y en una selección se podría considerar que no habría titulares ni suplentes porque están los mejores.
Pero tampoco nos vamos a alinear con aquellos que puedan considerar que se trata de un gran acierto del cuerpo técnico, porque no fue así.
Lo que pasó es claro y determinante en la afirmación que señala que cuando se quiere, se puede. El jugador de fútbol mueve montañas y cuando está concentrado en algo es capaz de trasladarla de un lugar a otro.
Es que de otra manera no habría explicación para los triunfos de Uruguay en Maracaná y de Nacional y Peñarol en las finales Intercontinentales jugando ante equipos que en lo previo eran muy superiores.
Y los once que ingresaron a la cancha lo hicieron conscientes que era una de las últimas posibilidades y que todo lo que se pudiera conseguir sería de mucha utilidad para el futuro cercano. Pero, además, contaron con un conductor de lujo dentro del campo de juego, que no sé si todos pudieron advertir desde la tribuna o acompañando el relato de la radio.
Sebastián Rosano fue el “titiritero”, el dueño de las acciones dentro de la cancha. Los dominó a todos, compañeros y adversarios, jugó e hizo jugar, habló, ordenó, fue el técnico que es necesario en toda oncena.
Y así salió el esperado gol, que fue el primero de los celestes en la Serie y que vino luego de un cambio de frente y un remate impresionante de Andrei Florindo que siempre anota ante los rojos del norte. Pero lo realmente bueno fue que Rosano no permitió nunca que el equipo se retrasara en la cancha, buscando conservar la ventaja que llevaba.
La primera parte terminó con la victoria parcial, por lo que la charla del entretiempo fue fundamental. Allí fue fundamental la experiencia y la tranquilidad de Paulo Arévalo, el consejo claro del Prof. Andrés Boldrini y la reunión de los jugadores programando lo que se venía.
Y todo iba muy bien hasta los quince minutos; el tiempo pasaba, los locales ya comenzaban a desesperarse porque el empate no llegaba y los pelotazos largos ya no tenían buen destino, y los que valían la pena terminaban en los pies de la segura línea de fondo celeste.
Vino entonces el primer cambio. No debió haber salido Rosano. Estaba aún con fuerzas para seguir, seguía dominando todo, a los propios, a los rivales y hasta al árbitro. Entró Fabricio Ferreira, que no se recostó a la línea de fondo sino que siguió jugando más adelantado y marcó la salida de pelota del rival, que nunca pudo hacerlo con comodidad.
Luego Marcos Ramos, un muy buen cambio, que permitió rehacer el camino que había iniciado Bruno Guedes en el acompañamiento a Luis Eduardo García, que ganó siempre.
Bella Unión también hizo cambios, pero estos favorecieron a nuestro equipo con la salida de uno de sus principales jugadores, Emiliano Maciel, y pasaron a utilizar como argumento solamente el pelotazo y ahí perdieron siempre.
Rivera tuvo la oportunidad de ampliar, porque los contragolpes eran muy peligrosos y un remate de García se estrelló en el poste con el golero vencido.
El tercer cambio fue motivado por el cansancio de Castillo, que corrió todo el partido, marcando y cerrando todos los circuitos de llegada de la pelota hasta Arbiza.
El ingreso de Gastón Machado le daba posibilidad de dominio de pelota y así fue, porque juntos, Ramos, Machado y Ferreira hicieron un par de jugadas que pudieron haber determinado el segundo gol celeste, el de la tranquilidad.
Por si ello fuera poco, cuando restaban apenas minutos para el final recién allí llegó la jugada más temible de los locales: un tiro libre para Arbiza, desde posición inmejorable, y el extraordinario remate del capitán local se metía en el arco riverense hasta que apareció la mano de Yian Luca Rosa para evitar la conquista y confirmar la victoria celeste.
Un triunfo épico de los muchachos, de los que jugaron y de los que no, un triunfo logrado por el grupo de jugadores que se dio cuenta que cuando se quiere, se puede.

LOS DETALLES

BELLA UNIÓN 0 RIVERA 1
Cancha: Estadio “Walter Martínez Cerruti” de Bella Unión. Hora de comienzo: 22:00. Jueces: José de los Santos Walter Araújo y Miguel Pereira (terna de Salto).
BELLA UNIÓN: Rafael Paiva, Víctor Zapirain, Matías Acosta, Yoni Silveira, Nicolás Carballo, Matías Trindade, Miguel Márquez, Jorge Vera, Nahuel Machado, Nicolás Arbiza y Emiliano Maciel.
Cambios: Leandro Monteiro por Nicolás Carballo; Carlos Díaz por Jorge Luis Vera; Jesús Barboza por Emiliano Maciel.
RIVERA: Yian Luca Rosa, Matheus Soarez, Maiko Britos, Cristian Meneses, Igor Martín Viera, Marcelo Ignacio López, Leonardo Castillo, Sebastián Rosano, Andrei Florindo, Luis Eduardo García y Bruno Guedes.
Cambios: Cristian Fabricio Ferreira por Sebastián Rosano; Marcos Andrés Ramos por Bruno Guedes; Gastón Machado por Leonardo Castillos.
Gol: Andrei Florindo a los 26’ del primer tiempo.
Observaciones: A los 45’ del segundo tiempo fue expulsado Marcos Ramos.

TABLA DE POSICIONES

Tabla de posiciones de la Copa Nacional de Selecciones, categoría absoluta
Equipo PJ PG PE PP GF GC SG Pts.
Bella Unión 3 2 0 1 5 3 2 6
Artigas 3 1 1 1 2 2 0 4
Rivera 3 1 1 1 1 1 0 4
Tacuarembó 3 1 0 2 2 4 -2 3

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