Rivera, jueves 21 de noviembre de 2024
Fue fundado el 26 de febrero de 1921:

Cien años de historia aurinegra en Rivera

Cuando el fútbol de Rivera recién comenzaba a dar sus primeros pasos, a mediados de abril de 1906, un grupo de muchachos, estimulados por don Isabelino Pais y dirigidos por el joven Marcelo Cancela, ensambló ideas y esfuerzos con el fin de fundar un club que se dedicara a la práctica del incipiente deporte inglés.
Don Isabelino era funcionario de la Estación del Ferrocarril de Rivera y morador de la zona. Futbolero de espíritu, seguía a través de los periódicos que llegaban a Rivera, las campañas del popular CURCC (Central Uruguay Railway Cricket Club) de Montevideo, club al que asistiera en las canchas capitalinas en algunos de sus viajes. El aurinegro CURCC había nacido en el seno del Ferrocarril Central del Uruguay en 1891, de ahí sus colores amarillo y negro.
El deseo de Pais era que en Rivera existiese una institución que fuese el fiel reflejo del CURCC capitalino; un aurinegro riverense.
Al momento de darle vida al nuevo club de fútbol de la frontera, un detalle estuvo fuera de discusión, los colores de su camisa serían el amarillo y el negro, distribuidos en finos bastones verticales.
Sí se discutió por largo rato, el nombre de la naciente institución: “CURCC Rivera”, plantearon algunos, “Peñarol”, expresaron otros, refiriéndose a la localidad montevideana que cobijó al CURCC desde su fundación. Pero después de algunas deliberaciones, la denominación que cobró fuerzas y emergió de los versos pomposos del poeta Juan Zorrilla de San Martín, fue “Tabaré”. El canto segundo del libro “Tabaré” de Zorrilla de San Martín, fue el fuego inspirador que decretó el bautismo del novel club: TABARÉ FOOT-BALL CLUB.
El 26 de mayo de 1912 como preliminar del partido jugado en Rivera se enfrentaron el Guaraní de San Fructuoso y el Peñarol de Rivera, improvisado aurinegro, constituido esencialmente por los futbolistas del Tabaré que no formaban parte de la selección. Fue la primera vez que en Rivera se vio a un Peñarol en un terreno de juego.
En marzo de 1915, el fútbol riverense resurgió con algunas sorpresas: nuevos clubes se dieron a conocer.
El primero de ellos fue el Peñarol Foot-Ball Club, escindido del Tabaré bajo el envión de los señores Telmo Vargas y Vicente Accarino, y el apoyo de algunas decenas de riverenses que al ver en el año anterior retozar por las canchas de la frontera al Nacional, quisieron que el otro grande capitalino tuviera su fiel reflejo en Rivera.
La aventura del Peñarol F. C. solamente duró una temporada.
A mediados de 1920 un Tabaré sin ánimos y prácticamente sin jugadores, ya que la mayoría deambulaba por otras instituciones, sucumbió y poco a poco dejó de existir.
Otros vientos soplaban en mentes aurinegras y la idea de reflotar al Peñarol resurgió con mucho ímpetu.
Ya en los primeros días de enero de 1921 estaba casi todo acordado para la fundación de una nueva institución aurinegra.
El 26 de febrero de 1921, desde las veintiuna horas, se reunieron en el local del Centro Obrero los señores: Tell Ramis; Romeo Pellarolo; Francisco Camps Fajardo; Adolfo Frigerio; José L. Eula; Basilio Moraes; Washington Pais; Luis García Prates; Domingo Pasos; Luis A. Dumestre; Agustín Manito; Simón Jacobo; Alberto Duarte Gomeza; Telmo Vargas; Joaquín Ospitaleche; Basilio Marset; Lino Aranda Correa; Máximo Armand Ugón; Marcelino Izcua Barbat; Geremías de Mello; Isabelino Pais; Modesto V. Ipar; Fernando Segarra; Juveniano Fontoura; y Rómulo Alonso.
Después de un par de horas quedó labrada el acta de fundación del PEÑAROL FOOTBALL CLUB y el distinguido señor Tell Ramis fue electo primer presidente.
El 20 de marzo de 1921 se llevó a cabo el primer partido del Peñarol F. C. ante el albinegro Lavalleja.
A pesar de la buena actuación de los once peñarolenses, el triunfo le correspondió al ahora decano Lavalleja.
No se pudo ganar en el debut, pero fue el comienzo de una novela adoquinada de glorias.
Fue campeón riverense en el año 1923, luego en el ‘34, ‘39, ‘44 (compartido) ‘52, y luego una época importante, en la década del setenta ‘72, ‘74, ‘75, ‘77, ‘78, ‘82.
Vuelve a ser el campeón en el año 2001 y a partir del 2011 marca una presencia importante entre los mejores a nivel local siendo campeón en los años 2011, ‘13, ‘14, ‘16, ‘17, ‘18, ‘19.
En sus cien años 19 títulos.
Por la institución pasaron centenas de dirigentes que marcaron la historia aurinegra y miles de jugadores imposibles de nombrarlos.
Pero en la certeza de recordar a los de un pasado no tan lejano queremos simbolizar en Don Pedro Maciel con el grupo de dirigentes que trabajó a comienzos de la década del setenta, lo que es Peñarol.
Estuvo acompañado por Cilio Nogueira, Juan Carlos Fernández, Heber Padilla, Agustín Machado, Horacio Devita, Artemio Lorenzo, Eliú Núñez y Adán Seleguín.
Para quienes recuerden y a riesgo de olvidarnos de varios de aquellos jugadores que lo hicieron posible y que veían en Don Pedro al verdadero padre de la familia aurinegra, recordamos a Omar Eulogio Freire, Gervasio dos Santos, Danilo Portillo, Julio Fierro, Artigas Ataídes, Darcy Martínez, José Rodríguez da Cruz, Carlos Wallace, Servando Olivera, Rogelio Rivero, Luis P. Garagorry (“Foguinho”), Luis Eduardo Rodríguez, Norberto Verga, Miguel Ángel Correa, Jesús Nereytter, Ismael Cardozo, Edgardo da Cunha, Víctor Carneiro y el Negrito Wilmar Etchechury.
Dentro de ese grupo, Don Pedro Maciel fue mucho más que el presidente de la institución, fue el albañil de los cimientos de la obra del predio que hoy ocupan, fue el asador de las reuniones con los integrantes del plantel, fue quien colaboró con cada uno en los momentos de necesidades y fue el consejero ideal para los jóvenes aurinegros.
Vibró con cada una de las victorias y sufrió con cada una de las derrotas que por ese entonces no fueron muchas. Don Pedro se alejó del fútbol el día que lo despedimos, el 2 de agosto del ‘78 pero su recuerdo es imborrable.
Hoy, cien años después, la institución sigue firme y creciendo de la mano de quienes aprendieron mucho de la época dorada encabezados por Juan Eduardo da Cunha y Javier Berruti pero junto a otros dirigentes no menos importantes, como Tania Cunha, Mario Bonilla, Alfonso Rivero, Adán Rodríguez, Nerley Picanzo, Alison Raymundo, Oscar Ramos, Wilmar René de Mello y Ana Picardo.

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