Cuñapirú campeón y ahora habrá finales por el campeonato sub 15
Era previsible, no había muchas dudas y Cuñapirú confirmó su liderazgo en la liguilla del torneo juvenil de la sub 15.
Los tricolores derrotaron a Lavalleja por tres a cero confirmando el favoritismo previo que establecía claramente que Cuñapirú era superior.
Si analizamos el resultado final del encuentro nos vamos a encontrar con un tres a cero que no tiene mucho que ver con lo que fue el partido.
El trámite fue parejo, Cuñapirú, por momentos tuvo la primacía en la jugada, se adueñó de las acciones y marcó el gol que coronaba esa buena actuación.
Del otro lado, Lavalleja se recuperaba, pasaba a dominar, llegaba hasta el área rival pero no concretaba y allí estaba la diferencia en el partido.
Por otra parte el decano se quedó con un cambio mientras que el rival movió todo el banco y tuvo mayor resistencia física en la segunda parte del encuentro.
Cuñapirú justificó plenamente la victoria aunque, justo es decirlo, sin reiterar las buenas actuaciones de esta misma Liguilla.
Ahora clasificó para jugar las finales del certamen ante Peñarol y allí será otra la historia, historia que solamente la escriben quienes la juegan.
TODO LO DEMÁS, POR CUMPLIR
Mientras tanto, sin mucha pena y casi ninguna gloria, Huracán derrotó a Sarandí Universitario por dos a uno en el Parque “Alberto y Elías Bouchacourt”.
Nada cambiaba en las posiciones del certamen, Huracán confirmó que fue un equipo que subió mucho a lo largo del certamen y que perdió puntos vitales que lo alejaron de la posibilidad de jugar las finales.
Sarandí fue irregular a lo largo de todo el campeonato, comenzó mal y mejoró pero volvió a caer y su actuación en la Liguilla no justificó todo la expectativa y el potencial que tiene.
En la cancha de Peñarol, mientras tanto, cuando ingresaron a la cancha los aurinegros y azules ya se sabía que nada cambiaba y que Cuñapirú ya era el campeón.
Fue un partido discreto y donde no hubo muchas jugadas de gol, el empate a cero estaba clavado y justo para el encuentro entre Peñarol y Oriental.
La diferencia fue un remate de larga distancia de Ricardo Silva que picó antes que el golero pudiera detenerla y los aurinegros quedaron, una vez más, con la victoria.
Pero tampoco Peñarol jugó bien el partido, tampoco puede ser considerado un buen entrenamiento pensando en la final, hay que corregir y corregir mucho para llegar con chances.
Ahora todo es diferente, finales son otra cosa y nada tiene que ver con un campeonato o una liguilla, todo o nada, en 160 minutos de juego todo se define y Peñarol y Cuñapirú llegan con idénticas chances.