Rivera, miércoles 6 de noviembre de 2024
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Víctor: Las inteligencias múltiples y la importancia de la familia

Nací con Síndrome de Down el día 23 de setiembre de 1972, en la ciudad fronteriza de Santana do Livramento, en la Santa Casa. Allí quedé internado por casi dos meses en una incubadora, por haber nacido con menos de dos quilos y algunos problemas de salud.
Motivado por mis padres, abuelos y hermano fui aprendiendo muchas cosas de la vida diaria. Practicaba ejercicios, jugaba con piezas geométricas y otras de mucha utilidad que me hacían razonar. No me faltaba amor, apoyo y enseñanzas.
Aparte de todo el tratamiento local fui con mis padres a Buenos Aires donde tuve un excelente atendimiento y orientación en la Clínica Lydia Cosiat, que ahora tiene una sucursal en Porto Alegre. Esa clínica proporcionó a mis padres parámetros fundamentales de cómo tratarme y de qué manera deberían actuar conmigo.
También fui muy bien atendido por una doctora uruguaya, Ana Guardiola quien aparte de orientar a mis padres sobre cómo tratarme por el síndrome, también lo hizo en el sentido de su accionar para tornarme una persona íntegra, totalmente incorporada a nuestra sociedad.
Como en Brasil no tuve el tratamiento adecuado, mis padres buscaron en Rivera, Uruguay, lo que completó y direccionó mi educación y desarrollo intelectual. Paralelamente hice natación, pádel, así como dactilografía e informática, lo que me permitió conocer las letras y los números a través del teclado. Aprendí en forma práctica, a mi manera.
Empecé mi etapa de artista plástico ingresando a la Sala de Cultura de Livramento bajo la dirección del profesor Osmar Santos, gran artista y maestro. Más adelante, con la profesora Raquel Gutiérrez participé de exposiciones colectivas e individuales. Logré vender algunas obras.
Tengo un hermano llamado Odilón Francisco que es mayor que yo. Somos amigos y compañeros. Desde que nací siempre acompañó mi trayectoria y me ayudó en muchos momentos.
Desde los tres años frecuento la playa de Arroio Teixeira en Río Grande del Sur. Con el tiempo hice muchas amistades y allí conocí a una muchacha de origen italiana, que a la postre se tornaría mi cuñada, casándose con mi hermano querido. Algunos años después tuvieron las gemelas Mariana y Laura para gran alegría de toda la familia. Y yo me convertí en tío y padrino de las dos. Son la parte preciosa de mi vida.

Víctor Pavón Duarte

En 2004 mi familia llegaba a Guaporé. Fuimos muy bien recibidos por todos. Hubo celebración en la misa del domingo, dándonos la bienvenida a la ciudad.
En marzo de 2005 entré a la APAE “Escuela Especial Sementes do Amanhã”. Aprendí muchas cosas nuevas haciendo manualidades para oficinas. Tuve clases de dibujo y pintura con la profesora Janette Bresolin. Ahí empecé a construir piezas de madera. Trabajé como artesano y luego retomé la pintura.
Un tiempo después fui invitado por la Sra. Thais, coordinadora del SESI local, a presentar un número de tango ensayado en la escuela con una colega, Carolina Puperi. Quedó muy impresionada con mi persona y actuación. Me invitó a ingresar a la escuela del SESI para realizar el curso fundamental para adultos y posteriormente, años después, el curso medio.
En 2013 alcancé otra conquista, la tan soñada graduación. La propia Sra. Thais Redes me invitó a participar de la comisión organizadora de tal evento, llegando así a la conclusión de una importante etapa. Tiempo después también participé de un curso de Administración en el SENAI. Fue una experiencia muy válida.
En mi trayectoria de vida siempre tuve la compañía de mi abuela Guadalupe que nos dejó en 2012 para gran tristeza mía y de toda mi familia. Ella era mi fortaleza y mi guía. ¡Nos dio muchas alegrías y al perderla, mucho dolor!
Ahora estoy con 49 años. Perdimos dos años con la pandemia de COVID-19. Fueron dos años que se fueron sin realizaciones. Ahora con las vacunas todos nos vamos recuperando y poco a poco, retornando a las actividades.
Estoy animado, pues el 23 de setiembre cumpliré 50 años, medio siglo de mucha lucha y victorias.
Víctor Pavón Duarte

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