Presentación del libro ZÚRIÁK, en el Colegio Jesús Sacramentado de Tacuarembó
A las 19:00 horas de la tarde-noche de mañana, jueves 22 noviembre, en el salón de actos del Colegio Jesús Sacramentado (Ituzaingó y 33 Orientales) de la ciudad de Tacuarembó se llevará a cabo la presentación del libro ZÚRIÁK. Así lo informó a NORTE la productora y gestora cultural Cristina von Sanden.
ZÚRIÁK es una novela escrita en conjunto por el peruano Willni Dávalos y el uruguayo Nelson Traba, y fue editado por Yaugurú. Los autores estarán en la presentación de mañana, jueves, donde conversarán con el público presente. La presentación es abierta a todo público.
Según el poeta y productor montevideano Monamí Dada, “hablar de ZÚRIÁK es como hablar de lo que debió sentir Hiram Bingham III en 1911, cuando se vio frente a las ruinas de Machu Picchu: Verse frente a un posible mojón, puesto que así como este santuario montañoso vino a cambiar dramáticamente el panorama arqueológico y turístico del Perú de la segunda mitad del Siglo XX; ZÚRIÁK tiene el potencial de sacudir la parsimonia aldeana de literatura nacional con la fuerza del mismísimo Sol de Mayo.
Definir esta novela es un ejercicio tan inútil como innecesario. Para hacerlo en términos sencillos y cercanos a cualquiera; diríamos que es la historia de un orfanato de Cuzco, de sus internos; y de los personajes que habitan las noches de la antigua capital incaica. Todo aderezado con un cierto aroma a La Ciudad y los Perros. Y aun así, esto sería un error.
Lo que realmente sucede, es que a medida que nos adentramos en ZÚRIÁK, nos movemos por filamentos de una prosa, que coquetea con la poesía, como si de los niños que habitan en sus páginas nos tratáramos. Y sufrimos en nuestras pieles los embates de una historia que se deshilacha en nuestras propias manos; hasta alcanzar un apoteósico despertar. Espiritual. Sexual. Terminamos entonces naciendo nuevamente; o no naciendo; y por tanto, sintiéndonos eternos.
Como de un yacimiento arqueológico; no importa cuántas veces visitemos ZÚRIÁK (o Zúriak, o Zuriák) nunca saldremos ilesos”.