El edil departamental colorado José Ramón Montejo, en ocasión de una intervención en la media hora previa del legislativo departamental reivindicó la restauración de la histórica vía férrea que se extendía a fines del siglo XIX entre Santa Ernestina y la Usina de Cuñapirú.
Señaló que el tema “tiene que ver con la faz histórica de nuestro departamento, y con las posibilidades turísticas, y tienen relación con las ruinas de la Represa de Cuñapirú, las cuales cuentan ya más de cien años y se conservan en algunas partes, otras partes peor, no han tenido una buena conservación a lo largo de los años, pero hay un hecho que venimos con algunos amigos, desde hace algún tiempo siguiendo la pista, para descubrir algunas cosas más, que están perdidas por ahí, que hacen a esa represa” aseguró.
Indicó que tuvo noticia, “hace algunas semanas, de que una pieza muy importante, de la tarea de obtención y de procesamiento del oro, podría encontrarse en un lugar equis de la campaña, me refiero a la máquina del ferrocarril, llamada La Clotilde”, informando a su vez “que toda esa obra, fue (producto) del ingenio y el empuje de una persona como Clemente Barrial Posadas”.
“Ese ferrocarril llevaba el material desde Santa Ernestina, sobre la Ruta 29, hacia la Usina de Cuñapirú, en un tramo de unos 6 kilómetros aproximadamente. Se conserva en bastante buen estado, un puente sobre el arroyo San Pablo, como 14 o 15 alcantarillas, y algunos tramos de vía, que todavía están yacentes a pocos centímetros del suelo. Otros fueron arrancados.
La investigación que estábamos haciendo, fue porque cuando llegamos a las personas que habían tenido conocimiento de eso, hace ya más de veinte años, resulta que la máquina ya no está más en el lugar; cuando empezamos a hacer preguntas en cuanto a sus características, no era la máquina de La Clotilde, porque lo que estuvo en determinado lugar, fue una maquina común, a vapor, la que funcionaba a leña, y la máquina de la cual estamos hablando, que trabajaba en Cuñapirú, era una máquina especializada para el trabajo minero y para otras actividades que tenían que ver con alimentos.
Se empleaban unas pequeñas máquinas inventadas ahí por 1870 y poco, quiere decir que esta máquina trabajo acá del año 79 al 94 aproximadamente, era una máquina de lo más moderno, en ese momento. Trabajaba con aire comprimido, que la recargaban en la Estación y ese combustible, hacía hervir la caldera, con todo el mecanismo de los pistones, etc. y le daba para ir al destino y volver y recargar otra vez”.
“Pero no tuvimos suerte, por lo tanto voy a plantear, dos cosas: la primera solicitar información a UTE, que es la que es propietaria de las ruinas y que fue propietaria en su momento de todo lo que estaba allí, incluida la máquina, si en algún rincón de los galpones de UTE o en algún lugar del país, si no está esta máquina y si se puede seguir su rastro, hacia dónde fue”.
“Segunda cosa, creo importante, coincidiendo con la renovación de los rieles que está haciendo AFE, que pudiéramos conseguir la donación de los rieles viejos, de las instalaciones viejas, y que AFE nos pudiera hacer la instalación de esos, la renovación de esos 6 kilómetros de vía, entre las ruinas de Cuñapirú y Santa Ernestina.
Sé que ese no va a ser un trámite fácil, que va a demorar, pero nos va dando tiempo, porque de aquí hasta allá podemos, no encontrar esa máquina, porque después de ciento y pico de años, no está en condiciones de ser refaccionada, para ponerla a andar, pero se puede, con un vehículo sencillo, hacer un trencito turístico, para que las próximas generaciones lo puedan disfrutar” propuso, concluyendo solicitando que sus palabras pasen a la Comisión de Turismo, si quiere enriquecerlo y después al directorio de AFE.
