Diputado Rubenson Silva marcó posturas contradictorias en defensa de medio ambiente

La Interpelación realizada por el Diputado Gerardo Amarilla a tres ministros, significó que el tema de la minera Aratirí en particular, pero en general el tema de la explotación minera, fuera motivo de atención pública, a la vez que se van marcando las diferentes posturas al respecto.
NORTE dialogó con el Diputado Rubenson Silva quien al respecto expresó que “Con motivo del llamado a sala de los tres Ministros por parte del Diputado Gerardo Amarilla, me puse a revisar documentación y actas del año 95-96, cuando ocupaba una banca en la Junta Departamental.
En diciembre de 1995 Gobierno Nacional y Departamental del Partido Colorado, se nos invitó como cuerpo a visitar lo que sería uno de los emprendimientos más grandes del Departamento en ese momento.
Se había aprobado por parte del Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente la autorización para dicha instalación, y se pretendía declararlo de interés Departamental, se trataba de la instalación en cercanías, de la Minera San Gregorio.
La profesora Selva Chírico, como historiadora y corralense, nos manifestó su preocupación sobre dicho emprendimiento y sus dudas sobre, fundamentalmente, la utilización de cianuro en el relave de las piedras que se extraerían.
Realizamos una exposición en la Junta Departamental, la enviamos al Parlamento y el diputado Jorge Coll del Partido Socialista, representante por Colonia y a su vez ingeniero agrónomo, se ocupó del mismo, realizó estudios junto a la facultad de química, llama a comisión al Ministro Juan Chiruchi y a su equipo.
Por nuestra parte, alertamos a los vecinos de Minas de Corrales sobre nuestra preocupación por el posible depósito de alrededor de 250 toneladas de cianuro que quedaría luego de terminada la explotación de la mina, decíamos en una intervención en la Junta Departamental el día 18 de junio de 1996, hace 15 años, “No estamos en contra del proyecto, pero me pregunto, ¿los países del primer mundo permitirían un proyecto así en sus tierras? ¿El hospital de Minas de Corrales, está debidamente equipado para atender una emergencia? ¿Tienen conciencia del riesgo de trabajar allí los obreros que van a ser contratados? ¿La empresa ha realizado los cursos correspondientes para capacitar a sus obreros? ¿Quién se hará cargo del basurero tóxico luego de terminada la explotación de la mina?
En una audiencia pública realizada en Minas de Corrales en el año 1996 se congregaron cerca de mil personas en una población de 3.500 en ese momento. Atentamente escucharon nuestros argumentos, nuestra preocupación y los argumentos de la empresa.
Algo quedaba claro como seguramente hoy le queda a mucha gente de la zona en donde se desarrollara el proyecto minero Aratirí; y es que la gente quería trabajo, en ese momento, nuestra preocupación lógica, legitima, en defensa del medio ambiente sonaba como un contra sentido ante el desempleo y el pueblo desolado que ya empezaba a sentir la crisis profunda que se avecinaba, COAMICOL se había fundido, sólo restaba emigrar del pueblo, la mina traía la solución para todos, así se veía.
En la comisión de medio ambiente en la Cámara de Diputados el Ministro y su gabinete, trataban de explicarle al Diputado que cuestionaba la seguridad del proyecto sobre el cianuro y la necesidad que tenía el país en contar con ese emprendimiento. Quedó claro en ese debate las necesidades del la DINAMA, y de DINAMIGE en lo que tiene que ver con recursos humanos y económicos para desarrollar su tarea. Se autorizaba una explotación minera con muy pocos conocimientos. El Ministro era Juan Chiruchi, Blanco, Herrerista. No estuvimos en contra del proyecto y si buscamos que se tomaran las precauciones necesarias.
Minas de Corrales ha sobrevivido a su casi desaparición; en la minera trabajan directamente 400 obrero, de los cuales, 90% son locales, 5% de Montevideo, 5% extranjeros y se generan 350 empleos indirectos. Quiso la vida que aquellos que ayer defendían ese proyecto minero de San Gregorio en Minas de Corrales, hoy sean quienes está en contra de Artatirí, casualmente son los mismos que impulsaron el proyecto de forestación en el Uruguay, también sin las previsiones necesarias.
Otra sería la realidad si cuando se lanzó el proyecto de forestación se hubiesen previsto la salida de la producción, los planes de ordenamiento de los pequeños pueblos que quedarían rodeados de árboles; hoy no tendríamos tanto para realizar.
Entiendo que lo que importa es hacer bien las cosas desde el comienzo, busquemos todos los peligros y consecuencias que puede tener el proyecto Aratirí, dejemos plasmado un plan de monitoreo de la empresa -como está previsto en la reforma de la ley de minería- y también un plan de desarrollo para toda la zona y evitaremos así que en quince años tengamos que estar lamentando por que no lo hicimos antes.
Nosotros aprendimos y por eso somos gobierno, que no es solo oponiéndose a todo que vamos a construir, nuestra población quiere trabajo, quiere entendimiento, no utilicemos la ignorancia para cosechar algún votito perdido y despistado. Es increíble que en pleno Siglo XXI, todavía nos quieran asustar con el viejo de la bolsa”, finalizó.

Diario NORTE: