Rivera, miércoles 4 de diciembre de 2024

La primera final del torneo sub-17 fue del aurinegro, que ganó 2 a 1

Se jugó la primera final del certamen “Balerio Ferreira” de la categoría sub-17 y el partido correspondió a la expectativa previa. Dos equipos que jugaron y encararon de forma muy diferente el partido, por un lado, Cuñapirú que priorizó la tenencia de la pelota y por el otro, Peñarol que fue más objetivo y efectivo.
Es lógico que un gol a los nueve minutos de juego cambia la historia del partido y modifica los planteos de ambos técnicos. Por un lado, el que va ganando y que comienza a jugar con esa ventaja, que es mínima, pero importante. Por otro el que lo sufrió, que busca llegar al empate a la brevedad para darle tranquilidad a todos.
Y no sucedió así a lo largo de todo el primer tiempo, a pesar de las oportunidades que tuvo el tricolor pero que, en realidad, no fueron claras. Se fue el primer tiempo y la tranquilidad del vestuario otorga un agregado extra, especialmente a quien va ganando.
Pero Cuñapirú salió con todo desde el vamos del segundo tiempo. Se posicionó en terreno contrario, buscó ofender desde el primer minuto y a los ocho ya había generado dos oportunidades para convertir el empate deseado, pero no las había concretado.
Y la más clara sucedió exactamente a los nueve, cuando desde la línea y cuando la pelota ingresaba al arco de Peñarol, nace un contragolpe letal, de lado a lado, y la carrera de Álvaro Costa que le gana a los zagueros y ante la salida desesperada del golero anotaba el segundo.
Ya todo era más difícil para el tricolor, que comienza a cambiar y a buscar el gol que le permitiera al menos perder por una diferencia menor y mantener chances de ser el campeón ganando el próximo encuentro.
Con un dos a cero a favor de Peñarol era mucho más difícil porque Cuñapirú ingresaría a la cancha, el domingo venidero, tres goles abajo y en un partido tan parejo esa diferencia es difícil de lograrla.
Y los ataques y desesperación de Cuñapirú dieron sus frutos cuando en el segundo minuto de la adición otorgada por el árbitro Luciano Peres el tricolor militar encuentra el descuento.
Perdió Cuñapirú, pero no por dos goles, sino que por uno y, a pesar de la ventaja deportiva que tiene el aurinegro, permite alentar la esperanza de que ganando por dos se consagrará campeón.
La primera final la ganó Peñarol por más objetivo y efectivo y al mantener la ventaja deportiva. Aún perdiendo por un gol de diferencia estará logrado el trofeo máximo. Por eso, al final festejaron los dos.

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