Rivera, sábado 4 de mayo de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

Juegos Verdiblancos: Manuel vivió su momento de gloria rodeado del afecto y cariño de todos

Sarandí Universitario organiza los Juegos Verdiblancos en Semana de Turismo y ya no es sorpresa que cada edición supera a la anterior. Y todo parte de la elección del homenajeado. En esta oportunidad fue Manuel Trinidad, un hombre que se ha mimetizado y hoy es un verdiblanco querido e idolatrado por todos los que nacieron y se criaron allí en el Gimnasio “José Agustín Moratorio”.
Nadie, absolutamente nadie, tiene una palabra en contra, todos recuerdan una frase, una palabra, un gesto, una enseñanza de Manuel, porque les ha servido no solamente para el deporte sino para la vida misma.
Centenas de camisetas de cuatro colores, actividades deportivas por doquier, desde los más chicos a los veteranos. Y en el centro de la atención, Manuel Trinidad, el homenajeado con sus ojos cargados de lágrimas y rodeado por todos quienes mucho lo quieren.
Hermosa costumbre de Sarandí Universitario que se renueva año a año. “Recreación, competencia e inculcación del sentido de responsabilidad en el joven y formación tanto deportiva como espiritual”, decía Don Bernardino Freitas.
No agregamos absolutamente nada cuando establecemos la importancia que ha tenido “Cañonero” en la vida del club porque junto a Moratorio fueron visionarios; veían mucho más allá que el presente, sabían pronunciar la palabra justa en el momento oportuno y no erraban en sus apreciaciones que erran estudiadas, analizadas y cargadas de sentido verdiblanco.
Cañonero decía que en los jóvenes estaba el futuro del club y les otorgaba tareas de responsabilidad acorde a sus posibilidades. De ahí el potencial que han adquirido los líderes de los Juegos, muchos, muchísimos de ellos han sido y son hoy activos dirigentes de Sarandí Universitario, incluso más de uno ha llegado a la Presidencia de la institución.
“En los líderes se centra toda la responsabilidad por la presentación de los equipos en cada categoría, desde la citación de los jugadores hasta el reparto y recolección de sus vestimentas, pasando por la designación de los árbitros y los planilleros”.

EL HOMENAJE
Sarandí Universitario continúa con la sana costumbre, en cada edición de los Juegos Verdiblancos, de homenajear en vida a los grandes de la institución.
En esta edición vivimos con mucha emoción el homenaje a Manuel Trinidad, con un agregado extra, porque todos conocemos las raíces de Manuel, que no son precisamente verdiblancas, pero vino y se “aquerenció” al punto de ser un referente del club y mucho más para muchas generaciones de deportistas que siempre encontraron en él no solo al director técnico de un equipo de fútbol sino al consejero que necesitaban en el momento de alguna indecisión.
Y fuimos al acto inaugural con la misma expectativa de todos los años. Al ingresar lo vimos sentado, tranquilo, en muchas oportunidades con lágrimas en los ojos por lo que veía. Allí estaba Manuel Trinidad. Con estricta justicia recibía el cariño, el afecto, el agradecimiento de todos.
Manuel, que no tiene raíces verdiblancas, se fue mimetizando a través del tiempo y hoy quizás sea tanto o más verdiblanco que como una vez lo fue tricolor, azul, violeta, o tricolor militar. Sentado frente a una pantalla que le devolvía las imágenes de hombres que vio crecer en el fútbol, hombres a los cuales les dio un mensaje que ha quedado grabado en el corazón de cada uno de ellos.
Frente a sus ojos desfilaron imágenes de su trabajo, expresiones de Raúl Casadei, del Kiko Gómez, de Enzo Scorza, del Seba Rosano, del Emi Gómez, de Kevin Ramírez… Pero nuestra mirada nunca se alejó de su semblante. Trataba de mirar cada uno de los acontecimientos que se desarrollaban a su alrededor pero seguramente una nube de lágrimas cubría sus ojos y se lo impedían.
Por eso, cuando tuvo la oportunidad de hablar no lo hizo por más de unos segundos, en principio porque es su manera de ser no es de hablar horas y horas, sus expresiones son cortas pero concretas. Pero, además, porque seguramente su corazón no iba a soportar mucho más que simplemente gracias a todos. “Nunca me imaginé algo similar. Nunca pensé que Sarandí me realizara un homenaje de esta naturaleza”, fueron sus palabras y no más que eso.
Frente a sí desfilaron centenas de futbolistas con “prominente abdomen”, que hoy ya dejaron el fútbol, pero que nunca olvidarán sus rezongos porque le han hecho bien a su fútbol pero mucho más a sus vidas; también jóvenes que aún hoy lo veneran como conductor, consejero y amigo.
Miles de veces Manuel nos ha dicho que la verdadera recompensa la tiene cuando un joven cruza la calle para estrecharse en un abrazo y recordar alguna anécdota o expresión que utilizó en algún momento, esas que quedan grabadas a fuego en el corazón de quien las recibe. Amigos desde la época que Don Bernardino Freitas lo fue a buscar a la Brigada y hasta le pidió que se retiraras para dedicarse de lleno al fútbol juvenil porque creía en sus condiciones y atributos.
Manuel, allí sentado, seguramente debía recordar ese momento trascendente en su vida. Ya había cumplido con la tarea militar que abrazó siendo muy joven y comenzaba otra que le ha dado miles y miles de momentos felices, pero seguramente ninguno como el que vivió en la apertura de esta 42º edición de los Juegos Verdiblancos.

EL DISCURSO DEL PRESIDENTE
El presidente de la institución verdiblanca fue el encargado del discurso inaugural, sencillo, emotivo y lleno de emociones para con el homenajeado y destacando la labor social que cumple la institución especialmente entre los más chicos.
Enrique Díaz dijo: “Querida familia verdiblanca, me corresponde, una vez más dar la bienvenida a todos, hombres y mujeres, socios, amigos y simpatizantes pero muy especialmente a esta multitud de niños que viste de fiesta esta memorable jornada inaugural de los Juegos Verdiblancos número 42.
No puedo, y tampoco, quiero disimular la enorme emoción que me domina estos momentos en ver a nuestro club, con casi 72 años de muy rica historia, repleto de las nuevas generaciones a quienes le dedicamos todo nuestro esfuerzo en formar personas se bien a través de la práctica de la actividad física sea ésta recreativa o competitiva.
Quizás uno de los fundamentos de la vigencia de Sarandí es el recambio generacional que se efectiviza siempre. La organización de los Juegos Verdiblancos -brillantes, como siempre-, está hoy a cargo de chiquilines que aprendieron a caminar en este gimnasio.
A los líderes de hoy, los felicito, ustedes fueron elegidos por sus méritos y su comportamiento. Disfruten y diviértanse mucho con su compañeros equipo.
Luchen sanamente en los Juegos, Sarandí en un mañana no muy lejano, les reserva un puesto de responsabilidad y trabajo para los más chiquitos.
El éxito que ya festejamos en estos Juegos se cimienta en tres pilares fundamentales, la Comisión Organizadora, en primer término, los sponsors, que este año son Larratea, Ripán, COMERI y Ludo, y destacar el apoyo de la prensa riverense, que ha estado siempre a nuestro lado.
En cada año una persona es homenajeada, hoy van 42, deberían ser más de 100 y una historia que se repite siempre y habiendo tantos que merecen debe optarse por uno solo.
En este año el elegido es nuestro, es de Sarandí, pero es un ídolo que es de todos los riverenses, es un referente para varias generaciones, un individuo que pregonó con el ejemplo, como deportista vio su dedicación y esfuerzo coronarse con los mejores éxitos.
Con su humildad generó el mayor respeto entre grandes y chicos, compañeros y adversarios, pero por encima de todo ha sido un icono en la formación de los valores más preciados en la personalidad de nuestros niños.
Perdón Manuel, tú no tienes idea de lo trascendental que ha sido tu labor dentro de Sarandí.
Don Manuel Trinidad te rendimos un pequeño homenaje por lo mucho que has hecho por nuestros gurises. Felicitaciones”.

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