Rivera, domingo 24 de noviembre de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

Excelente trabajo de la dirigencia y colaboradores de Peñarol para jugar en su Parque “Pedro Maciel”

Como lo soñaba Don Pedro, como lo querían los viejos aurinegros del pasado y del presente. La presencia espiritual de Juan Carlos Fernández, de Marinella Maciel y el empuje de dirigentes como Adán Seleguin, Eliú Núñez, Horacio Devitta, Dr. Leonardo Garagorri…
Como lo buscaron Mauricio González y Juan Eduardo da Cunha hasta que al final se concreta.
No fue la primera vez que Peñarol abre sus puertas a un partido de Campeonato Nacional de Clubes, pero esta era especial.
Y Juan Eduardo da Cunha contó con un grupo de colaboradores que trabajaron organizadamente y todos los objetivos se cumplieron.
Es obvio que todos sabemos que hay carencias, que aún se está lejos de las condiciones mínimas exigidas por la reglamentación de la Organización del Fútbol del Interior pero también todos sabemos que hay muchos escenarios que habilitan en todo el territorio nacional y que no tienen las condiciones que ofrece el Parque “Pedro Maciel”.
Era una especia de reto a la capacidad de dotar de las mejoras posibilidades para minimizar toda chance de inconveniente.
Desde muy temprano de la jornada del sábado pasado, todos estaban atentos a cada una de las situaciones que se pudieran generar.
Cada uno con una tarea a cumplir y con objetivos muy claros.
Nadie falló y se contó con la efectiva colaboración de los efectivos policiales.
Pero también, y es justo mencionarlo, que se contó con la buena voluntad del árbitro arachán que aún a sabiendas que no estaban todas las garantías que necesitaba para la puesta en marcha de un espectáculo nacional, se ajustó a lo que se podía presentar y sacó a relucir su experiencia y capacidad de adecuarse a la realidad que se le presentaba.
Por si fuera poco, todo ese trabajo, todo ese esfuerzo de la dirigencia se vio coronado, en la cancha, con tres puntos que también fueron muy luchados y complicados.
En definitiva, una jornada preciosa que caló hondo en el espíritu deportivo de los verdaderos deportistas riverense, lejos de pensar en los colores de la camiseta, aunque esos colores representan uno de los más representativos del país.
Como para seguir trabajando, como para seguir soñando con una segura convicción… ¡Se puede!

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