Empate con sabor agridulce

(Por Freddy Silva) En torneos que se juegan de la manera que ha sido planificado en la Confederación del Litoral Norte, solamente al finalizar la primera parte recién sabremos si el empate inicial ante Paysandú es positivo o si se perdieron dos puntos.
En principio puede ser positivo si analizamos una serie de circunstancias previas al certamen con equipos que llegaban con diferencias muy grandes, en tiempo de preparación, en estadísticas previas, en resultados anteriores entre estos dos mismos equipos.
No se puede dudar al establecer que, a pesar de jugarse en nuestro propio estadio, quien llegaba como favorito era el rival y lo de nuestra selección celeste era una gran incógnita.
Venimos de un pésimo certamen anterior y esta misma selección blanca del litoral, el año pasado nos hizo diez goles en dos partidos y nos goleó en nuestro propio estadio.
Pero la celeste se plantó bien y a pesar que en el comienzo del partido el rival intentó adueñarse de las acciones poblando todo el campo de juego con camisetas blancas y llegando en varias ocasiones a nuestra última defensa, los nuestros mantuvieron la calma en el momento preciso.
Ya desde las primeras acciones comenzaban a vislumbrarse que lo mejor de nuestro equipo estaba en la defensa y eso por dos razones fundamentales.
Por un lado, porque ellos ofendían permanentemente y además porque nos costaba muchísimo frenar en el medio de la cancha y nuestro único delantero se quedaba solo aislado, separado del resto del equipo y casi sin posibilidades de entrar en juego y, cuando lo hacía, cuando se quedaba con alguna pelota que encontraba, veía que estaba sin compañeros con quien jugar.
Pero del medio hacia atrás había firmeza, especialmente por parte del trio final, donde sin duda alguna se destacaron David Freitas en el arco y Rodrigo Silva en el despeje y quite.
En realidad, las oportunidades que hubo en los primeros cuarenta y cinco minutos fueron favorables a los blancos visitantes, pero en todas las oportunidades David Freitas dio sensación de seguridad al arco celeste y eso comenzó a influir en el ánimo ofensivo del rival.

No llamó la atención que la primera parte terminara sin goles, pero estaba pendiente los planteamientos de los técnicos para el complemento.
Cabillón no salió de su 4-4-2 con jugadores muy interesantes en el medio de la cancha, mientras que Nasser continuó con una figura que mucho se acercaba a un 4-2-3-1.
A pesar de la población del medio de la cancha, en muchas oportunidades perdimos en la marca porque la tarea quedaba recargada sobre Ocaño y porque los demás no podían; salvo algunas jugadas personales de Silveira y Pereira y de una especie de enlace que pretendió hacer Lima, no hubo, en realidad dominio de pelota para que ésta llegara bien jugada a Anderson Pérez.
Es que, la realidad nos mostraba que los celestes comenzaban a confundir intensidad con precisión porque en muchos momentos del partido el equipo tuvo intensidad, se jugó la pelota con velocidad, pero sin precisión.
Y, en determinado momento se abusó del pelotazo largo que en algunas oportunidades puede ser un argumento válido para un contragolpe o una actitud ofensiva que pueda molestar al rival, pero cuando no hay precisión y si apresuramiento, no cumple la función que se pretende.
Poco a poco el partido se fue diluyendo, se fueron los minutos y nos quedaba la clara sensación que la visita se iba conforme con el resultado de empate y hasta kilo mismo sucedía de nuestro lado.
Un empate que solamente al final de la rueda se sabrá si fue válido o no, pero hay que tener en cuenta que se jugarán solamente dos partidos como locales y que ahora hay que salir a sumar puntos afuera.
Una semana libre para ajustes, aunque es importante establecer que, en realidad, fue la primera vez en esta temporada que este equipo sale a la cancha a jugar un partido en serio, al no haber encuentros previos que permitieran un análisis por parte del cuerpo técnico.
Hoy, al decir de un dicho popular que cada vez se nos hace más valedero a nuestra selección, “vamos a prepararnos en pleno campeonato”, con la única alternativa que puede ser negativa.
Es que no hay revanchas, es una sola rueda que tiene como único objetivo, clasificar entre los cuatro primeros y luego sí, ya con más rodaje, enfrentar las fases finales de este novedoso y espantoso sistema de disputa de nuestro Litoral Norte.

LOS DETALLES

RIVERA 0 PAYSANDÚ 0
Cancha: Estadio “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 21:30. Árbitros: Rodolfo Fabián Rivero, Nelson Maneiro y Juan Francisco Gómez (terna de Tacuarembó).
RIVERA: Gerardo David Freitas, Washington Leites, Pablo González, Rodrigo Silva, Germán Gutiérrez, Ramiro Sebastián Ocaño, William Martins, Luis Mario Pereira, Andrés Alejandro Silveira, Luis Ricardo Lima y Anderson Pérez.
Cambios: Antoni Ramos por Ramiro Ocaño; Víctor Medeiros por Washington Leites; Braian López por Anderson Pérez.
PAYSANDÚ: Martín De los Santos, Maximiliano Perg, Nicolás Morales, Leonardo Gómez, Guillermo Andrada, Axel Mascaraña, Juan Silvera, Robert Rossi, Marcio Benítez, Nicolás Machado y Matías Vidiella.
Cambios: Anderson Coelho por Matías Vidiella; Matías Canto por Robert Rossi; Ricardo Laforcada por Nicolás Machado; Martín Charbonier por Alex Mascaranhas; Marcos Lapuriz por Nicolás Morales.