Rivera, martes 19 de noviembre de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

El rugby local se vistió de fiesta con la presencia de selecciones

En Los Paraísos hubo una verdadera fiesta del rugby con la presencia de la selección uruguaya y de la selección de Río Grande del Sur.
El rugby, en particular, es un deporte que permite a los jugadores descargar mucha agresividad. Ayuda a ciertos niños que presentan características específicas:
Un niño hiperactivo: le promueve la concentración, el respeto de los límites y la canalización de su energía en una actividad positiva.
Un niño pasivo: le ayuda a entender el sentido de la competencia, a esforzarse así como encontrar la motivación para obtener una satisfacción intrínseca y a largo plazo.
Un niño con baja autoestima y/o introvertido: le permite sentirse valorado, a expresar sus emociones, así como a tener un autoconocimiento, y reconocimiento de sus competencias (las cuales probablemente desconoce).
Un niño agresivo: logrará canalizar sus sentimientos negativos convirtiéndolos en positivos, respetando las normas.
¿Por qué el rugby puede ser considerado como un juego simbólico? Llamamos juego simbólico a toda aquella acción lúdica que permite al niño crear una realidad paralela, (que se parece a la real) en la cual existen normas que se deben seguir. Como ya se mencionó anteriormente, en el rugby un jugador es capaz de canalizar sus emociones, sobre todo las negativas como la agresividad, el enojo, la tristeza, etc.
El rugby se considera un juego simbólico a diferencia de otros deportes en los que si existe un riesgo y un ataque real.
En el momento en que el niño no es capaz de separar que está jugando y por lo tanto altera las reglas del juego, para seguir las suyas, (por ejemplo, agrediendo a sus compañeros, al entrenador o atacando de cualquier manera al equipo adversario) entonces deja de convertirse en un juego y ésta es una indicación de que el niño no tiene la capacidad de jugar.
El hecho de que un niño sea capaz de jugar un partido con los elementos antes mencionados (seguir normas, competir, disfrutar el ganar y el perder, etcétera) es un signo de salud mental.
Sin embargo, estamos conscientes que los objetivos que se esperan no siempre son fáciles de obtener. Es por eso que en el Centro Matices ofrecemos una ayuda especial a todos aquellos casos que implican un reto mayor, ya sea para los padres, para el entrenador o para el mismo niño.
Más información en la edición impresa.

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