Los centros de salud públicos y privados de todo el país disponen de las dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (HPV) destinadas a adolescentes nacidas en el año 2001. Para recibirla deberán consultar a su médico, quien les brindará información y firmar un consentimiento previo. Para hacer efectiva la protección son imprescindibles tres dosis, pero no es obligatorio vacunarse.
En el marco del Plan Nacional de Prevención Integral del Cáncer de Cuello Uterino, se realizó el lanzamiento oficial de la campaña de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Participaron la ministra de Salud Pública, Susana Muñiz; el subsecretario, Leonel Briozzo; la directora general de la Salud, Marlene Sica; la Presidente de la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer (CHLCC), María Julia Muñoz; la directora del Plan Nacional de Prevención Integral del Cáncer de Cuello Uterino (PNPICCU), Fernanda Nozar y la directora del Programa Nacional de Vacunación, Teresa Picón, entre otras autoridades.
La vacuna -en tres dosis- se administrará en todos los centros de salud, públicos y privados del país, en forma gratuita, a las adolescentes de 12 años. Lo primero que deben hacer las personas interesadas es concurrir a su médico tratante, de cabecera, de familia o ginecólogo (en caso de que lo tuviesen). En la oportunidad, el profesional le brindará información sobre la vacuna y otros temas relacionados a la salud sexual y reproductiva y luego la joven o uno de sus padres deberán firmar un consentimiento de parte. El médico le emitirá un certificado que luego deberá presentar la primera vez que concurra al centro de vacunación. Una vez allí, al recibir la primera dosis se le entregará un carné especial con el que concurrirá las otras dos veces.
Unas veintiséis mil adolescentes estarían en condiciones de vacunarse gratuitamente en el país. El Ministerio de Salud Pública compró 72 mil dosis, en una inversión de un millón de dólares. Asimismo, la vacuna está habilitada para los casos de jóvenes que tengan más de 12 años, no hayan mantenido relaciones sexuales y deseen vacunarse, pero en ese caso deberán abonar el costo de las dosis.
Las autoridades coincidieron en la importancia de utilizar la vacunación como una instancia de asesoramiento y de educación en salud para las adolescentes. Para el correcto y efectivo desarrollo de este diálogo, los profesionales de la salud dispondrán de una guía de procedimientos.
Susana Muñiz recordó la no obligatoriedad de la vacuna, pero aseguró que solo es efectiva en el caso que se suministren las tres dosis, de ahí la importancia de no olvidar cada fecha de inoculación. La ministra solicitó la colaboración del personal de la salud y de los padres en la difusión del tema. Asimismo, hizo especial énfasis en el aporte de los docentes (maestros y profesores) en este sentido.
Leonel Briozzo recordó que en 2012 se sufrió una especie de “ataque mediático” con la intención de imponer esta vacuna como obligatoria. Si embargo, manifestó que el ministerio estudió la alternativa y definió finalmente la modalidad de no obligatoria, es decir no compulsiva y, por ende, no se incluirá en el esquema de vacunación.
“Confiamos un 75% en la vacuna porque cubre el 75% de los virus causantes del cáncer de cuello de útero, pero confiamos un 100% en la instancia de educación en salud sexual y reproductiva”, aludió el subsecretario. También manifestó que es una oportunidad propicia para informar no solo sobre esta vacuna, sino sobre las diferentes enfermedades sexuales que existen. “Aprovechamos una ventana de oportunidad ante la polarización del tema y le dimos una mirada integral a la prevención del cáncer de cuello de útero, en lo que estamos notoriamente mejor en Uruguay, respecto a años anteriores”, confirmó.
María Julia Muñoz afirmó que es digno de celebrar que las adolescentes tengan una manera más de protegerse. Resaltó que en Uruguay se ofrezca, de una manera consciente e inteligente, esta vacuna. Asimismo, elogió la sensibilidad y el conocimiento del tema de las autoridades ministeriales.