En las márgenes del arroyo Cuñapirú comienza a ejecutarse el proyecto “Acacia negra”

La División de Estrategias de la Intendencia Departamental de Rivera y la Facultad de Ciencias (UdelaR) han comenzado a ejecutar el proyecto “Acacia negra: Utilización de una especie invasora leñosa como fuente laboral para grupos vulnerables de Rivera”, el cual cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII).
Este proyecto pretende evaluar el potencial de una especie exótica invasora conocida como acacia negra (Gleditsia triacanthos), la cual representa un problema ambiental a nivel departamental y nacional, para la elaboración de carbón vegetal por parte de sectores vulnerables de Rivera.
La invasión de las márgenes de arroyos y ríos de nuestro país por parte de Gleditsia triacanthos ocasiona un desplazamiento del monte nativo y la pérdida de áreas productivas las cuales se hacen inaccesibles al ganado. No obstante, esta especie presenta particularidades que la hacen interesante como recurso maderable, especialmente para la producción de carbón.
Por otra parte, desde hace más de dos años la Intendencia Departamental de Rivera viene trabajando con un grupo de familias socialmente vulnerables de nuestra ciudad dedicadas a la fabricación de carbón. Uno de sus mayores obstáculos productivos es la carencia de una materia prima de calidad y en cantidades que les permitan posicionarse desde el punto de vista comercial.
Con el presente proyecto se estaría evaluando la posibilidad de contar con una fuente de materia prima de calidad, como la Acacia Negra, y al mismo tiempo aportando a la solución de un problema ambiental.
En conclusión el producto que este proyecto intenta validar es un carbón de calidad, el cual se podría denominar “ecológico”, ya que resulta de la tala de una especie exótica invasora, dando lugar a la recuperación de bosque nativo.

GLEDITSIA TRIACANTHOS
En Uruguay, la invasión de la acacia negra es una de las principales amenazas sobre los bosques nativos, pero el conocimiento acerca de su distribución geográfica y proceso de invasión es escaso. Es un invasor común de numerosos pastizales, ya que el ganado gusta de sus legumbres y dispersa las semillas no digeribles (endozoocoria). Se concentran en forma de galería en los arroyos, cañadones y bajos, y en el Uruguay es considerado plaga y se tomaron medidas oficiales para combatirla.
Se trata de un árbol caduco, de 20 a 40 metros de altura, porte ovoide hasta aparasolado con los años, corteza agrietada, pardo grisácea. Tronco y ramas con espinas de 2-15 centímetros, simples o ramificadas, faltantes en las partes altas. Hojas alternas, pinnadas o bipinnadas de 10-20 centímetros con 9-21 foliolos oblongo-lanceolados y redondeados en el ápice, verde oscuras y vellosas.
Flores perfumadas, melíferas, unisexuales o hermafroditas, en racimos estrechos y péndulos, las masculinas verdes y en racimos poco floridos. Fruto ornamental en legumbre indehiscente de 30 a 45 centímetros de color marrón oscuro brillante que suele perdurar durante todo el invierno en el árbol. Brota tarde en primavera y caduca las hojas temprano en otoño. Florece en primavera.
Origen geográfico: Norteamérica. Distribución: Canelones, Colonia, Florida, Montevideo, Paysandú, Río Negro, Salto, San José y Soriano. Impacto ambiental: Desplaza a especies nativas; provoca cambios en la estructura de la comunidad. Fuente: Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; Facultad de Ciencias/UdelaR.

Diario NORTE: