Uruguay salió de zona roja y regresó a zona naranja, según el índice de Harvard

Según la escala que confeccionó Harvard para clasificar con cuatro colores (verde, amarillo, naranja y rojo) a las distintas países y regiones según su nivel de riesgo, Uruguay se mantuvo durante gran parte de la pandemia en la zona verde, zona de mayor control de la propagación del nuevo virus.
Sin embargo, la situación comenzó a cambiar a mediados de octubre cuando el país comenzó a superar, por primera vez, la franja de los cincuenta casos diarios. La multiplicación de los nuevos casos informados diariamente por el SINAE fue exponencial en los últimos dos meses.
Fue así que el pasado viernes, debido a la multiplicación de los casos de COVID-19 cada 100.000 habitantes registrados en los últimos siete días, Uruguay ingresaba por primera vez en zona roja a nivel nacional, según el índice de riesgo elaborado por la Universidad de Harvard.
Sin embargo, en la jornada de ayer, domingo, a partir de que se redujo el promedio de casos de coronavirus, Uruguay logró salir de la zona roja e ingresar en la zona naranja. Tras esta jornada, el país registró un promedio de 23,49 casos de COVID-19 cada 100 mil habitantes en siete días.

INFECTÓLOGO MEDINA: “AÚN NO HEMOS VISTO LA PEOR CARA DE ESTE VIRUS”
En ese sentido, el director de la cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la República e integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Julio Medina, dijo que Uruguay tardó 32 días para pasar del nivel de riesgo naranja al rojo, cuando había demorado 56 días para pasar del amarillo al naranja y 221 días del verde al amarillo.
“El virus está por delante, nos ha sacado aún más ventaja”, publicó en Twitter el investigador en Ciencias Médicas y de la Salud en la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). “Lo esperable es que los departamentos que aún no están en rojo vayan evolucionando hacia ahí. Tenemos que frenar esto porque en nuestro país aún no hemos visto la peor ‘cara’ de este virus”, escribió Medina.
El infectólogo afirmó que “proteger al sistema de salud se convierte en prioritario y esto no es solo por el personal de salud sino por la seguridad de la población misma”.
Medina abogó por la responsabilidad de la población. “No hay políticas públicas que sirvan si no hay conciencia de la gente”, dijo, e instó a reducir los contactos. “Al final todo se resume en limitar la cantidad de veces que las personas entran en contacto entre sí. Esto deberá ser implementado/profundizado desde el nivel central pero también es una tarea de cada uno de nosotros”.
“Hay muchas personas que no están hablando de manera racional sino que están utilizando conceptos puramente emocionales para negar el riesgo. Podemos y debemos hacerlo mejor”, concluyó Medina. Fuente: Subrayado

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