La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) tiene como objetivo la utilización de plasma hiperinmune de personas que ya transitaron la COVID-19, en pacientes adultos mayores pero que no han ingresado a CTI. De hecho, el propósito es evitar su ingreso a las unidades de terapia intensiva.
De esta manera, se viene trabajando junto a representantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), el Instituto Pasteur, la Facultad de Medicina y el Ministerio de Salud Pública. Esta iniciativa, fue elevada para el estudio y aprobación del Comité de Ética del Ministerio de Salud Pública.
De acuerdo a lo explicado por el Gerente General de ASSE, Dr. Eduardo Henderson, este tratamiento vinculado al denominado uso de plasma de convaleciente o la inmuglobulina hiperinmune, se perfila como un tratamiento potencialmente útil para la COVID-19.
Es así como el plasma de aquellas personas que han superado esta enfermedad, pueden convertirse en donantes y ayudar a otros pacientes, en este caso a aquellos mayores de 75 años que no hayan requerido CTI y a las personas de 65 a 74 años que presenten una o dos comorbilidades.
Henderson explicó que este tratamiento, cuyo protocolo requiere el consentimiento informado de ambas partes, apunta a una inmunidad pasiva, así como a menor sintomatología e ingresos a terapia intensiva.
El Dr. Henderson agregó que se trata de una iniciativa propuesta por el Presidente de ASSE, Dr. Leonardo Cipriani, tras una conversación con el Prof. Dr. Henry Cohen, integrante del GACH, y teniendo en cuenta la experiencia argentina en este tratamiento, impulsado en el país vecino por el Prof. Dr. Fernando Pollack.