Programa “Ruralidad” facilita comercio y vínculo de familias con servicios estatales

El asesoramiento agropecuario para diversificar cultivos, la vinculación con prestaciones estatales y la facilitación del comercio de cercanía forman parte del acompañamiento socio-productivo que el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) realiza a más de doscientas sesenta familias por un máximo de tres años, a través del programa Ruralidad de la División de Proximidad de la Dirección Nacional de Economía Social e Integración Laboral.
Ruralidad es un programa de integración socio-laboral y productiva con un enfoque territorial, explicó Margarita Castro, directora interina de la División Proximidad de la Dirección Nacional de Economía Social e Integración Laboral, perteneciente al MIDES.
Castro indicó que el Departamento de “Ruralidad” acompaña a más de doscientos sesenta familias con presencia técnica agropecuaria y social, con el fin de lograr la integración socio-productiva y facilitar el comercio en cincuenta y tres parcelas de menos de 2.000 habitantes o en lugares dispersos ubicados en los departamentos de Rivera, Tacuarembó, Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Lavalleja, Rocha, Canelones y Montevideo.
A modo de ejemplo, la funcionaria señaló el caso de Salto, donde el MIDES apoya a más de veinte productores que abastecen con productos al Instituto Nacional de Alimentación (INDA).
Hay dos formas de comercialización: una con énfasis en la facilitación del comercio para los productores que están en condiciones de abastecer al Estado o hacer ventas de cercanía, y la otra enfocada en la integración socio-productiva, en la que la unidad de intervención es el hogar.
En ese sentido, precisó que el MIDES acompaña el desarrollo de los productores del barrio Artigas de Salto en situación de vulnerabilidad social, sobre quienes consideró que viven con tradición hortícola y que hacen importantes esfuerzos por la productividad y las ventas. “Con el apoyo de Ruralidad, apuestan a la diversificación de cultivos, a no depender de intermediarios y a mejorar las condiciones de comercialización, con más libertad y asesoramiento técnico”, explicó.
Castro agregó que la intervención del MIDES implica contar con todos los instrumentos del Estado para que las familias rurales accedan a las prestaciones que por derecho les pertenecen, como el acceso a la educación, a la salud, a la documentación personal correspondiente, a la Tarjeta Uruguay Social, a la asignación familiar del Plan de Equidad o a servicios de cuidados para niños.
El acompañamiento socio-productivo del MIDES se realiza por un máximo de tres años e implica la formalización de carácter monotributista en el Banco de Previsión Social y la Dirección General Impositiva, como emprendimiento agropecuario, o la vinculación con el Estado como productor rural familiar con el beneficio incluido de Fondo Nacional de Salud.
“Las personas pueden recibir créditos con subsidio si no están en condiciones de devolver el total del monto prestado, porque la actividad agropecuaria es muy riesgosa y el éxito depende de las zafras, por lo cual pueden devolver el 30% en productos o servicios”. Castro explicó que, por ejemplo, en producción ovina se devuelve con corderos al Secretariado Uruguayo de la Lana para que sean entregados a otros productores, para generar más desarrollo local.

Diario NORTE: