La Dirección de Investigaciones de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) realiza desde inicios del año 2000 un estudio sobre el precio de la tierra operado en compraventas, llevando un ranking sobre el número de transacciones comerciales realizadas, las hectáreas transadas, los precios promedio de las compraventas registradas, el valor global comerciado y la variación del precio promedio facturado en las compraventas registradas.
Al inicio de la encuesta, las operaciones de compraventa registradas fueron unas 1.517, con una transferencia global de 308.000 hectáreas, comerciadas a unos US$ 203 en promedio la hectárea.
En total se cerraron en el año 2000 negocios por unos US$ 138 millones, con un valor promedio de la hectárea de US$ 448.
La estadística mostró que durante el momento económico más crítico de la década, que fue el año 2002, las operaciones de compraventa no sufrieron grandes variaciones, ya que en total se registraron unas 1.598 transacciones, en las que se registró una venta global de 365.000 hectáreas.
Los datos, si bien son diferentes a los de inicios de la década, no mostraron grandes variaciones con relación a las del inicio del decenio.
En todo caso, la crisis pudo vislumbrarse comparando los años 2001 con 2002, debido a que entre uno y otro se contabilizó una caída de 18,7% en la cantidad de transacciones de compraventas registradas, y una baja de 31% en las hectáreas que cambiaron de manos, indicando a todas luces que las ventas realizadas fueron de establecimientos de mayor superficie.
Otro dato revelador fue la caída del precio promedio de la hectárea vendida, que había subido 33% de 2000 a 2001, pero cayó 15,1% a 2002, pero eso recuerda que el problema estaba al lado del país.
Si bien la facturación total de las transacciones inmobiliarias en 2002 fue por US$ 141 millones, el valor promedio cerró en US$ 385, es decir un 14% por debajo del valor promedio del año 2000.
Si bien creció el número de establecimientos agropecuarios vendidos, en cada año de esos cinco año se transfirieron de propietario cada vez menos hectáreas, lo que indicó que para entonces las ventas se concentraron en unidades productivas de menor tamaño.
Pero lo cierto fue que el valor promedio de la hectárea vendida no detuvo su escalada de valor a partir del crítico año 2002, con incrementos registrados de 9% en 2003, 58% en 2004, 9% en 2005, 56% en 2006 y 26,5% en 2007.
En la actualidad, la cantidad de operaciones de compraventa llegó a las 2.093, un incremento de 37% en las transacciones registradas en el año 2000, más allá de que la cantidad global de hectáreas comercializadas sólo creciera apenas 9%.