“Reestructura del BROU y reducción de servicios es una posición ideológica de fuerte centralización”

El diputado Gerardo Amarilla (PN-Rivera) reiteró su posición respecto a la reestructura del Banco República (BROU). El representante nacional expresó que “el BROU achica y reduce servicios en el interior”, agregando que para el Banco “hay ciudadanos categorías A, B y C”.
El legislador comenzó recordando que “en el mes de setiembre de 2008, en nuestra función de edil de la Junta Departamental de Rivera, reclamábamos una nueva sucursal del BROU para la ciudad de Rivera, así como cajeros automáticos para Vichadero, Minas de Corrales y Tranqueras que a la fecha no existían. La ciudad de Rivera había experimentado en ese entonces un importante crecimiento económico y comercial, además de un crecimiento de pagos y servicios de las diferentes empresas y organismos a través de los bancos, con la dificultad del cierre o desaparición de varias entidades bancarias que operaban anteriormente en Rivera”.
Gerardo Amarilla explicó que “en el año 2009 celebramos la inauguración de la llamada Micro Banca de la Paz, que costó -suponemos- una importante inversión, y que en principio colaboró bastante en el desahogo de la dependencia principal de la ciudad de Rivera. Después de un tiempo y por la escasa dotación funcional, esta dependencia comenzó a trabajar con dificultades y este año, o sea ocho años después de ser inaugurada, ocho años después de haberse realizado una importante inversión, la Micro Banca cerró y quedó solo una batería de cajeros que allí funciona”.
“Esta es una muestra de cómo estas decisiones no sólo cierran dependencias sino que reducen servicios que se habían ganado por parte de los clientes y deja en duda sobre las inversiones que se hacen con plata de todos los uruguayos y a los pocos años se desechan”, enfatizó.
El diputado Amarilla afirmó que “a pesar de lo que dice el Ministro de Economía y repite el Directorio del BROU respecto a las dependencias de las localidades del interior, tenemos que afirmar con contundencia que hay reducción de servicios. La ciudad de Tranqueras ha sido un claro ejemplo, donde se comenzaron a reducir diferentes trámites para clientes comerciales y de cuentas corrientes, y esto derivó a que poco a poco, empresas y comercios, tuvieron que migrar a la ciudad de Rivera, debilitando la cartera de clientes de Tranqueras y contribuyendo entonces el propio Banco a la justificación de este cierre parcial”.
“Hoy tanto Minas de Corrales como Tranqueras solo abren algunos días a la semana, con el mismo costo para el banco y con la misma asignación de funcionarios, pero con un servicio mucho más deficitario para los habitantes de esas localidades y sus entornos. Esto afecta la calidad de servicios de los habitantes y los pone en una categoría inferior que al resto. Porque si esto no fuera así, el Banco tendría que establecer un régimen similar de cierre y reducción de días para todos los clientes en todo el país. Es claro que esta medida de reducción supone catalogar a los habitantes de estas 31 localidades afectadas de segunda y de tercera categoría respecto a aquellos que viven en las capitales departamentales o en la capital del país”, explicó el legislador.
Agregó que “después de mucho reclamar, se colocaron cajeros automáticos, uno en Tranqueras, uno en Minas de Corrales y otro en Vichadero. Hemos denunciado más de una vez que estos servicios en muchos casos están rotos y en muchas otras ocasiones se quedan sin dinero, afectando a la población que tiene que viajar sesenta, cien o ciento treinta kilómetros y con los correspondientes gastos”.
Para el diputado Amarilla, “esta decisión del Gobierno, del Frente Amplio, instrumentada a través de la decisión del Directorio del BROU, tiene un trasfondo ideológico de fuerte cuño centralista que favorece a la capital y a las capitales departamentales en detrimento de las otras ciudades y localidades de nuestro interior. Es una medida asfixiadora de las localidades del interior, que son la expresión física territorial y demográfica de una concepción descentralizadora que propugna un desarrollo y ocupación del suelo armónica y equitativa”.
“Esta reestructura supone un achique en determinados lugares y un fortalecimiento de otros, favorece a las ciudades más importantes y debilita aún más a las localidades menores. Las localidades del interior ya vieron esta misma película con dependencias de UTE o del BPS, que comenzaron a retacear servicios y luego cerraron sus puertas algunas en forma parcial y otras en forma definitiva. No podemos más que rechazar estas series de medidas del BROU que son discriminatorias de los habitantes del interior profundo, generan desigualdades e inequidades entre los habitantes, además de favorecer y promover la centralización”, concluyó.

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