(Por Ariel Rodríguez) Ingresamos hoy, al análisis del panorama político departamental, luego del acto eleccionario del domingo próximo pasado. Una primera conclusión indica que mientras Frenteamplistas y Colorados crecieron respecto a 2004, el Partido Nacional tuvo una caída significativa, veamos:
En las elecciones del año 2004 el Frente Amplio obtuvo 21.300 votos, el Partido Colorado 15.419 y el Partido Nacional 32.006.
El pasado domingo, por su orden (a falta de los votos observados), obtuvieron 24.499 votos (+3.199); 19.422 (+4.003) y 25.107 (-6.899). Queda claro que los votos que perdió el Partido Nacional se dividieron entre los otros dos partidos, que además absorbieron a los nuevos votantes.
En lo que tiene que ver con los diputados electos, la lista 90 (Julio Fernández) tuvo un crecimiento mínimo, 6.396 votos en 2004 contra 6.590 actuales (+ 194). La 2000 (Tabaré Viera), antes 292000, tuvo un crecimiento explosivo, pasó de 8.233 votos en 2004 a 13.051 (+ 4.818). Por su parte la Lista 15 (Gerardo Amarilla) recibió en 2004, 11.868 votos, contra 10.760 actuales (-1.108), a pesar de lo cual en 2004 perdió la diputación, recuperándola ahora.
Y como en política nada es casual, queda claro que estos números tienen su explicación. Comencemos por el revés del Partido Nacional que pierde 7.000 votos de una elección a otra.
Por un lado se puede decir que ello se debe al influjo de la situación nacional y creemos que en parte es razonable. De cualquier manera creemos que también pesaron otras circunstancias.
Por un lado la errónea decisión, de la cúpula montevideana en cuanto a ir con lista única a diputados, situación que desmotivó a muchos dirigentes, pues coartó sus legítimas aspiraciones, pero además en una actitud poco entendible, se intentó sacarle protagonismo al dirigente local, al punto que no se le permitió hablar en los actos de la fórmula.
Pero además creemos que el Partido Nacional pagó un alto costo, por no haber podido superar sus desavenencias internas, basta como ejemplo que habiendo realizado su acto de cierre de campaña a cuarenta y pico de días de las elecciones, sus dirigentes no fueron capaces de organizar un acto o caravana conjuntos.
En la interna, entendemos que ganó Gerardo Amarilla, antes que nada por que la mística de la vieja lista 15 sigue totalmente vigente, ¿se acuerda alguien del Espacio 2010? Pero además por que sus dirigentes supieron moverse dentro de un panorama que previo a la interna no se le presentaba del todo positivo. Supieron organizarse, mostraron una gran capacidad de trabajo y sumaron.
En cuanto a la lista 2, que previo a la interna era la favorita, entendemos que sobró trabajo, que hubo un gran esfuerzo de parte de Jorge Romero, pero hubo errores de estrategia, que terminó por pagarlos muy caro. También es de tener en cuenta una mala campaña mediática, en la que se invirtió, pero careció de mensaje.
En cuanto a la lista 17, debió sobreponerse a varios factores adversos, entre ellos las consecuencias del caso Junta Departamental; el no formar parte de la lista “oficial”, a lo que debe sumarse una tardía designación de Lilián Padern como candidata, debido a diferentes circunstancias.
En filas del Partido Colorado, entendemos que por un lado se vio beneficiado por la buena imagen de Pedro Bordaberry. Por otro lado la 2000 supo sobreponerse al fuerte golpe que significó la fractura con la 29 y supo aprovechar la buena imagen con que Tabaré Viera se retiró de la Intendencia.
En cuanto a la 123, entendemos que más no se le puede pedir a Mauricio González, quien demostró tener “pasta” para un futuro.
Finalmente el Frente Amplio siguió creciendo en lo departamental, quizás más de lo que se preveía. El Partido Socialista demostró que es importante la estructura y que ella pesa al momento de organizarse, logrando la reelección del Maestro Julio Fernández.
Al contrario la 609, a pesar de correr con la ventaja de ser la imagen de José Mujica, careció de estructura y organización, lo que la privó de la posibilidad de obtener una banca en la cámara de representantes.
Tal entonces el panorama general del tablero político riverense, pero creemos que viene bien prevenir al lector, que para nada esto es extrapolable a la elección municipal de mayo de 2010. Esa será otra historia.
