El futuro gobierno tendrá como prioridad el traslado de presos y la situación de los menores infractores. Se busca financiación internacional para dar soluciones al hacinamiento carcelario. Habrá varios cambios en los cargos altos.
Así fue planteado durante la reunión que mantuvieron el futuro ministro del Interior, Eduardo Bonomi y el presidente electo José Mujica en la víspera de Navidad. En caso de que la cárcel de Punta Rieles no esté en condiciones para concretar los traslados dispuestos por el presidente Vázquez, Mujica acelerará los trabajos para abordar la situación.
El traslado de presos será una de las primeras medidas que se tomarán. Además del uso de Punta Rieles para solucionar el hacinamiento y las pésimas condiciones de reclusión, se maneja la posibilidad de realizar traslados a otros centros.
El futuro ministro del Interior, también realiza contactos para conseguir financiación externa que logre financiar reformas edilicias en los centros ya existentes.
Si bien el gobierno de Tabaré Vázquez invirtió tres veces más de lo que se había invertido en los últimos veinte años, las condiciones de reclusión no tuvieron mejoras sustanciales, aunque se alcanzaron algunos logros como detener el crecimiento en el hacinamiento y mejorar la atención sanitaria.
Pese a ello el Relator contra la tortura de Naciones Unidas, Manfred Nowak, calificó las cárceles uruguayas como “de las peores del mundo” agregando que muchos reclusos viven en condiciones “infrahumanas”.
La futura gestión en el Ministerio del Interior, que estará comandado por Bonomi y Jorge Vázquez designará nuevas autoridades, tanto en la Dirección Nacional de Cárceles, como en los distintos centros de reclusión y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay.
