Edil Zaida Castro: “El aumento de la violencia en el seno de la sociedad se ha convertido en una plaga”

En la última sesión de la Junta Departamental, la suplente de Edil Zaida Castro (Partido Colorado), en la media hora previa expuso en torno a los problemas del aumento de la violencia en nuestra sociedad, señalando que “el aumento de la violencia en el seno de la sociedad se ha convertido en una plaga. Y entendemos que violencia es todo aquello que puede representar o significar perjuicio, producir por efecto o defecto un mal a otro, a uno mismo o al entorno, ya sea realizado o llevado a cabo de manera consciente o inconsciente. Existe el consenso en que todo y cualquier acto de agresión física, moral o institucional dirigido contra la integridad de uno o varios individuos o grupos, es considerado como acto de violencia.
En cuanto a la violencia que se desarrolla en las instituciones educativas identificamos, por lo menos, dos factores: en primera instancia, se encuentran lo factores externos a la institución, como son aquellos de índole social y familiar, que penetran a la institución escolar. La violencia en el ámbito escolar, se refiere a los hechos que tienen al centro de estudio como escenario, pero que no son producto de las prácticas que en ella de desarrollan.
Por otra parte, se encuentra la existencia de la violencia escolar, la cual se produce en la institución educativa, provocada por el propio sistema educativo. Entre ellos se puede citar: el empleo de metodologías autoritarias, las luchas de poder entre estudiantes, docentes y personal administrativo, elevando el número de estudiantes que impide la presonalizacion de la tareas educativa.
El aumento de la violencia se ha convertido en un fenómeno manifiesto tanto de forma explícita, como en forma oculta en los salones de clase, en los pasillos y en el patio escolar. Estas manifestaciones hostiles van desde la burla, la ridiculización, el aislamiento, hasta la agresión física. Esto torna al centro educativo como un lugar inseguro y problemático. Las agresiones a los docentes han aumentado y estas, se manifiestan de manera física y verbal. Asimismo, se presentan acciones violentas que procuran dañar la infraestructura escolar, el mobiliario y los materiales didácticos de las instituciones educativas.
En el interior de las instituciones educativas, se presentan algunas manifestaciones de violencia, entre las cuales se encuentran:
Disrupción ellas aula, que se da cuando algunos estudiantes no permiten con su comportamiento inadecuado, el desarrollo normal de las lecciones. Esta situación hace que el docente se vea obligado a emplear su tiempo en controlar la disciplina y el orden.
Indisciplina, en los salones de clase se producen problemas que van desde la resistencia pasiva hasta el desafío y el insulto hacia el docente. La indisciplina puede provocar agresiones, especialmente verbales, las cuales pueden ocasionarse desde el estudiante al profesor y viceversa.
El maltrato entre iguales se ha descrito como un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad física de unos hacia otros generando un proceso de victimización.
Desde la perspectiva de la violencia directa, el agresor actúa directamente sobre la víctima, propinándole patadas, empujones, puñetazos, zancadillas, entre otros actos. En la violencia indirecta, el agresor actúa sobre las pertenencias de la persona víctima de su agresión o causa daños a la infraestructura de la institución. Algunos de los actos de violencia indirecta que se pueden suscitar son: los robos, destrozos a los recursos didácticos o infraestructura, o bien esconder las pertenencias de la víctima.
A través de la violencia verbal, el agresor acosa a sus víctima a través de los insultos, apodos o hablar mal de esta. Los apodos y los insultos son los dos tupos de abuso más frecuentes, en esto no hay diferencia de género que valgan y se dan como las demás formas de acosos. Este tipo de violencia resulta ser menos perceptible porque no existe una evidencia física del maltrato, pero se ejerce un alto grado de violencia a través del lenguaje.
La violencia psicológica o emocional, es un tipo de violencia que no es evidente y produce de forma muy sutil. Es una forma de violencia que se manifiesta por medio de agresiones verbales, gestos, intimidaciones, maltrato y amenazas, entre otras. Fomentar comportamientos que llevan a una persona o grupo de personas a ignorar; no dejar participar; rechazar o amenazar a otro u otros. A través de este tipo de maltrato, se procura infundir temor a la víctima, las víctimas de la violencia son frágiles se sienten desiguales, perjudicadas y generalmente no piden ayuda, tienen miedo de ir a estudiar, pueden presentar síntomas depresivos, pierden el sueño y se muestran dispersos en clase.
Sin llegar a mencionar otras formas de violencia, quiero poner énfasis en la urgencia de tratar esta problemática, para que esta noche voy a señalar un solo aspecto: la responsabilidad ineludible de los adultos, especialmente la de aquellos que están en posición de dar el ejemplo a las generaciones nuevas, los padres, los educadores, los gobernantes de todos los niveles y los servidores públicos. Es imperativo corregir el curso de los pensamientos, de las palabras y de las acciones y retomar el uso de la cortesía y el lenguaje respetuoso, porque el abuso del lenguaje soez y ofensivo es el principal destructor de la paz y el origen de todas las transgresiones en los hechos”, concluyó la edil.

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