En la última sesión de la Junta Departamental, el Edil Ramón Román Taroco, haciendo uso de la palabra en la media hora previa, se refirió a lo ocurrido días atrás en la Escuela Nº 45:
“Sr. Presidente, en el día de ayer nos enteramos por un medio de comunicación, que la Escuela Nº 45 de Barrio Progreso, que para mi sigue siendo la vieja Escuela 45 de Paso de Lagunón, fue otra vez victima de hurto.
Después de la primera información, también escuchamos la entrevista que brindo la Directora de dicho centro estudiantil, lo que realmente nos horrorizo y nos indigno.
No queremos creer, Sr. Presidente, que existan bestias humanas que efectúen este tipo de hurtos, en un local que mas allá de brindar educación, también les dan a los niños la alimentación correspondiente.
Pero realmente existen estas bestias, que según lo dicho por la directora se llevaron las garrafas de gas, alimentación y ollas que permiten preparar los alimentos para los niños, como así también televisores y, a más de eso, también rompieron una puerta de la cocina.
Yo creo que los energúmenos, autores de este tipo de hurtos, en algún momento pasaron por una Escuela pública, se alimentaron en un comedor escolar, y quizás tengan hermanos, hijos o nietos que también usufructúan o usufructuaron de estos beneficios.
Sr. Presidente, estos descalificados elementos se olvidan que hay niños que la única alimentación que reciben durante el día, es la que la proporciona la Escuela, mas allá de que hoy existe ayuda del gobierno nacional, siguen habiendo niños que la pasan muy mal, ya sea por el mal manejo de los recursos percibidos por parte de sus progenitores, pero es una realidad que tenemos que asumir.
Yo soy un gran hincha de la democracia. Siendo Policía arriesgue mi cargo yendo a reuniones políticas buscando que los orientales tuviéramos el derecho de manifestaron y de ser libres, pero ante estos hechos y otros como por ejemplos los sucedidos en el último partido clásico, pregunto: ¿será que la gente no esta confundiendo democracia con libertinaje?
Sr. Presidente, creo que ya es tiempo de hacer algo.
Debemos aprovechar que ahora los integrantes del Gobierno se dieron cuenta que no todo estaba mal; como por ejemplo la represión tan criticada por el Frente Amplio y que hoy el Sub. Secretario del Ministerio del Interior defiende y practica.
Las autoridades Ministeriales deberían enviar al Poder Legislativo proyectos de Ley que permitan a los Jueces ejercer mano dura con los delincuentes que atentan contra las instituciones públicas; como en este caso y los que atentan contra los símbolos nacionales, como lo hicieron ante el mausoleo donde descansan los restos de nuestro prócer José Gervasio Artigas.
Si queremos democracia debemos cuidarla, las instituciones se mantienen cuando hay orden, el vandalismo, el anarquismo y la inseguridad es un mal que empieza a golpear y termina haciendo que la democracia se desmorone, ya vimos esta película.
La sociedad tiene que cambiar. Debemos todos estar alerta ante cualquier hecho delictivo y denunciar ante las autoridades competentes, máxime cuando se trata de delitos contra la Escuela pública, que es la que nos preparo a nosotros, a nuestros hijos y hoy prepara a nuestros nietos, para enfrentar y formarnos en la vida.
No hay mejor guardia que un vecino alerta y debemos de pensar que nadie esta libre de la mano de los delincuentes. Si todos ayudamos podremos erradicar a los ladrones de nuestras Escuelitas y hacer con que nuestros niños sean mas felices.
El miedo de enfrentarnos a los delincuentes debe de ser cosa del pasado. Si nos unimos toda la sociedad podemos vencer al hampa.
Debe de terminarse los pedidos de rescate por los bienes hurtados.
Debe toda la sociedad comunicar ante quien corresponda cualquier actitud sospechosa; quizás usted pueda evitar un hurto a una Escuela, el hurto de una moto o salvar una vida que puede ser segada por las manos de aquel que nada tiene a perder.
Yo creo Sr. Presidente, que una sociedad organizada y hermanada, vence las barrera del miedo, y puede ayudar a que estos descalificados individuos, pasen a vivir donde realmente tienen que vivir”.
