El Ministerio del Interior trabaja sobre un proyecto de ley que contempla, como pena alternativa, el trabajo de los presos fuera de las cárceles, informó el titular de esa cartera Eduardo Bonomi. El ministro participó en Maldonado de una experiencia que involucra a personas privadas de libertad en tareas de prevención de incendios.
En ese departamento del este del país, en virtud de un acuerdo firmado entre el Patronato del Encarcelado y el Liberado, el Ministerio del Interior y el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE), unos 60 presos intervendrán, durante tres meses, en labores de desmalezamiento y limpieza de predios con riesgos de incendio a cambio de una remuneración.
Una experiencia de este tipo ya tuvo lugar en Canelones y se replicará en Rocha. Otros organismos del Estado, así como empresas privadas, en especial de Maldonado, están interesados en establecer convenios del mismo tipo.
Ha sido un plan “muy exitoso”, evaluó el prosecretario de la Presidencia y responsable del SINAE Diego Cánepa, informando que cuenta con la financiación necesaria como para continuar aplicándose a corto plazo dentro del Estado.
El próximo año la experiencia piloto se transformará en un programa para que mucha gente privada de libertad, principalmente jóvenes, pueda retomar el hábito del trabajo, señaló.
La Cámara de la Construcción y el sindicato de ese sector, el SUNCA, podrían capacitar a personas privadas de libertad como medio oficiales de la construcción en la zona de Punta de Rieles.
Asimismo, AFE estudia la posibilidad de limpiar y acondicionar las vías del ferrocarril con mano de obra constituida por personas detenidas y ANTEL permitiría que otro contignente de presos trabajen en la instalación de molinos eólicos.
Uberfil Monzón, presidente del Patronato del Encarcelado y el Liberado, dijo que también existen posibilidades de que UTE, el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, el Plan Juntos y el Ministerio de Desarrollo Social suscriban contratos similares a los que ideó el SINAE.
Se procurará por otra parte que los presos se instalen en los lugares de trabajo, porque “no es fácil su traslado en ómnibus” en forma diaria, dijo Bonomi.
“El trabajo es un instrumento de cohesión social fuera de las cárceles y también lo es en los establecimientos penitenciarios. Es el verdadero elemento de reinserción”, señaló.
Reglamentar iniciativas de este tipo, “para que el trabajo sea una opción que actúe como pena alternativa”, es un objetivo inmediato de su cartera, indicó.
Experiencias como éstas demuestran, dijo por su lado Uberfil Monzón, que “es posible rehabilitar a los presos” y reintegrarlos a la sociedad.
“El trabajo es el mejor instrumento para oxigenar el ocio que suscita la corrupción en las cárceles”, afirmó.
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Que bien esa idea hacerlo trabajar para que puedan pagar su estadía en la jaula así el pueblo no banca con todo. Y a los más sanguínarios hacerlos trabajar como esclavos Esto se aplica en eeuu y funciona