Durante la audiencia final, la Jueza Letrada de 1ª Instancia de Rivera, María Sol Bellomo, anunció ayer la condena para los dos acusados de violar y matar a la niña Valentina Walter el 12 de noviembre del año pasado. La Jueza dio lugar al pedido de la Fiscal Verónica Bujarín y dictaminó treinta años de cárcel más quince años de medidas eliminativas de seguridad para los dos hombres: J.C. y J.M.d.l.S., de 22 y 23 años. Es el máximo previsto en Uruguay. Los hombres fueron condenados como autor y co-autor por un delito de homicidio muy especialmente agravado.
La Jueza María Sol Bellomo justificó esta sentencia histórica en la gran peligrosidad de los responsables, que actuaron “con conciencia y voluntad” y mataron a la niña de 9 años de edad para asegurarse de la impunidad del delito de violación. La Magistrada consideró que fue un “delito misógino”, en el que se identificaron factores de odio a su condición de mujer.
Fueron aplicados tres de los agravantes muy especiales previstos en el artículo 312 del Código Penal: cuando el homicidio es cometido con “grave sevicia”, es decir con crueldad y espíritu de hacer sufrir; cuando el homicidio es realizado con el fin de ocultar un delito anterior, como fue la violación en este caso; y el caso de feminicidio, cuando se asesina a una mujer “por motivos de odio, desprecio o menosprecio, por su condición de tal”.
Durante la lectura del dictamen, la Fiscal define la cosificación como la deshumanización de una persona utilizada para una satisfacción concreta y que es luego desechada. “Relatados por las tres peritos de partes que realizaron el informe, y no cualquier informe, sino que son expertas a nivel nacional, que determinan que este es un caso de feminicidio. Es un horrendo hecho en el cual a Valentina se la deshumanizó, se la cosificó, se la utilizó para el placer de ambos imputados y después se la desechó”, señaló la fiscal.
En el momento de escuchar la sentencia, la madre de Valentina saludó a la fiscal Bujarín, que se emocionó hasta las lágrimas al escuchar la decisión de la jueza. “Los 30 años nos parecen aún poco para todo el sufrimiento que vivió Valentina esa tarde. Si cerramos los ojos y podemos visualizar esa cañada, podemos ver aún más el sendero natural, la piedra, el sufrimiento de la niña cuando fue violada, la súplica que le hizo a los imputados de que la dejaran ir, la súplica de que no iban a ir al cielo”, sostuvo Bujarín. Los familiares de Valentina lloraron y se abrazaron.
REPASANDO LOS HECHOS…
En la audiencia, la fiscal dio a conocer cómo fueron los hechos que terminaron con la vida de la pequeña. El 12 de noviembre, día de su cumpleaños, Valentina Walter salió de su casa a buscar a su hermano, como le había pedido su madre. La niña se encontró con J.C., quien dijo que la ayudaría a buscar a su hermano y “mediante engaños la introdujo en un campo cercano a la vivienda familiar de la menor”.
En el camino se encontraron con el otro imputado, J.M.d.l.S., quien los acompañó hasta el lugar donde se produjeron los hechos. Valentina gritó, se resistió y les advirtió que le contaría a su madre lo que le estaban haciendo. De acuerdo al recuento de los hechos, la niña les recriminó: “Ustedes son malos, ustedes no van a ir al cielo. Eso no se hace con una niña pequeña”. Allí la violaron y finalmente la mataron a golpes. Para ocultar los delitos cargaron el cuerpo y lo dejaron en el monte, en un lugar de difícil acceso y taparon el cuerpo con piedras.
Al día siguiente uno de ellos colaboró en la búsqueda del cuerpo de la niña con la intención de no levantar sospechas sobre el horrendo crimen que había cometido. La policía igual sospechó y el hombre terminó indicando dónde estaba el cuerpo de Valentina. Las pruebas científicas y las confesiones de los asesinos fueron pruebas suficientes para que la Fiscalía solicitara la pena máxima de prisión que existe en Uruguay: 30 años más otros 15 por medidas de seguridad.