En este tema se viene trabando desde al año 2005, el cual se ha considerado como prioritario. Este es el quinto grupo en su tercera edición y alcanza a mil doscientos educadores en todo el país. Estos educadores están habilitados para trabajar en lo Centros CAIF específicamente y llegan a siete mil niños atendidos en todo el país.
Esta formación específica promueve la mejora de la calidad de la educación en la primera infancia, partiendo de la concepción de que los niños de estas edades requieren una atención educativa que contemple las necesidades, características e intereses propios y singulares de esta etapa vital.
Dicho proyecto es desarrollado conjuntamente por la Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través del Área de Educación en la Primera Infancia y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
El equipo de docentes del Centro de Formación y Estudios (CENFORES) es el responsable de la formación; apoyado por la coordinación del Proyecto a cargo de la Dirección de Educación del MEC, y a nivel local fue apoyado por el colegio Giraldo.
Este curso les insumió quinientas cuatro horas de estudios y con este nivel de aprendizaje cuentan con las herramientas básicas para impartir las enseñanzas que necesitan los pequeños.
Hicieron uso de la palabra la docente Sara Penco, el Director de Educación del MEC, Mtro. Luis Garibaldi, y el cierre de las alocuciones estuvo a cargo de la educadora recientemente egresada Marina de los Santos. Un agradecimiento hacia la directora del IFD, la profesora Silvia Mazzondo, por su colaboración con el curso.
Entre los docentes que estuvieron presentes, se destaca el Maestro Marcelo Vega, del Departamento de Durazno, y la educadora social Raquel Shettini, de Montevideo. Dentro de los invitados, estuvieron autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, OEI e INAU. El Maestro de Ceremonia fue Custodio Machado.
Como broche de oro se hizo entrega de parte de dos educadoras a profesores que tuvieron a su cargo el curso respectivo. Emocionadas palabras, brillos en las pupilas y a continuación un brindis con educadoras familiares profesores y demás asistentes. Nota y fotografía: Edilberto Chalela.
