“Peñarol está absolutamente parado, no hay ninguna actividad”, así nos recibió Juan Eduardo da Cunha. El presidente de la institución aurinegra local agregó que durante el mes de abril el cobrador no ha salido a la calle porque la Comisión Directiva entendió que no era adecuado cobrarle al socio.
Las canchas de baby fútbol del club estuvieron repletas de actividad durante los dos primeros meses del año. Prácticamente no hubo paralización por vacaciones ni por el verano, todo continuó con una normalidad casi total y se fueron incluyendo grupos que alternaban en los escenarios dentro del Parque “Pedro Maciel”.
Ya todas las categorías del fútbol infantil y la propia Escuelita de Fútbol trabajaban pensando en la actividad de la temporada. Las categorías juveniles, especialmente las de sub-14 y sub-15, y en las últimas semanas también la sub-20, habían comenzado sus entrenamientos y con ello la actividad dentro del club era constante.
“Es más, hasta el equipo de Primera División había recomenzado la actividad bajo las órdenes de Donato Lemos, porque estaba pendiente la final ante Huracán y la posibilidad de participar en la Copa Nacional de Clubes”, dijo el presidente.
Hoy no hay nada, absolutamente nada. No se escucha el ruido alegre de los niños, las reuniones de padres del baby buscando dotar de las mejores condiciones a sus hijos, la presencia permanente de dirigentes del club que siempre están buscando soluciones a cada uno de los inconvenientes que lógicamente se presentan a diario y solamente el trajinar de Juancito.
Don Juan Sosa camina de un lugar a otro, repara cosas que siempre van quedando para una mejor oportunidad y las canchas parecen retomar el color y la visibilidad que siempre soñaron propios y extraños.
“Quizás por ahí pase el aspecto positivo, si es que hay que buscar algo que valga la pena esta paralización. Las canchas han recibido un tratamiento que es imposible realizarlo en otras circunstancias. Se ha sembrado raigrás y, como no hay trasiego en el campo de juego, hay que esperar que todo venga muy bien y que finalmente se logre el anhelado deseo de contar con una cancha en muy buenas condiciones”, señaló Juan Eduardo da Cunha.
¿LA FINAL?
Uno de los aspectos que quedó pendiente aún, es la disputa de la final de la temporada pasada entre el conjunto aurinegro y Huracán. Recordemos que cuando se oficializó la paralización de todas las actividades ya estaba fijada la fecha para la disputa de la final, y que incluso se había realizado el acto de lanzamiento de dicho encuentro, que se iba a jugar el 25 de marzo cuando diez días antes todo quedó trunco.
Para el presidente de Peñarol, la primera actividad que se debe realizar, cuando todo pueda volver a la normalidad, es dicho encuentro. “Por ahora ni siquiera se piensa en eso. Hay que esperar que se comience a reavivar toda la actividad deportiva para reiniciar las tratativas, reuniones nuevamente con Huracán y creo que debería ser la primera actividad a registrarse”, dijo.
COPA DE CLUBES
Si bien es cierto Peñarol nunca había confirmado que iba a participar en la Copa de Clubes, se descontaba que seguramente lo haría, aunque en una oportunidad el presidente mirasol nos dijo que estaría participando solamente después de ser el campeón de Rivera y si perdía la final difícilmente estaría en dicho certamen.
Pero hoy la situación es diferente: “Si bien es prematura una opinión al respecto, me animaría a decir que, en caso de haber campeonato, este año no participaríamos bajo ningún concepto”.
Agregó: “Se sabe que la mayoría del aporte económico que recibe Peñarol es aportada por dos personas y que ambas estarían de un todo de acuerdo en no hacer ese enorme esfuerzo en esta temporada bajo las actuales circunstancias, porque además sería contradictorio con algunas medidas que se están adoptando de rebajas y recortes salariales con los funcionarios y a título personal”.
Juan Eduardo da Cunha considera que sería oportuno, cuando se reanude la actividad, que fuera salteada, quizás evitando algunas categorías. Y en el final de la nota, el presidente de la institución aurinegra reitera la tarea que se viene realizando en todas las canchas, la mayor y las del baby:
“Se puso césped en las áreas de la cancha grande, se construyó una pared a la izquierda de la entrada, donde los padres del baby quieren hacer un quincho, se quitaron los bancos de madera y se pusieron de hormigón en las áreas técnicas y lo más importante, entonces, es el sembrado, aspirando a que los cambios sean notorios en el momento de retomar la actividad”, concluyó.