Minuto 91: El deporte está triste

Cuando mucho se habla de violencia, cuando se realizan reuniones, cuando se estudia el tema, cuando sicólogos y técnicos opinan, escriben y disertan sobre el tema, la triste realidad nos muestra lo que vimos el domingo en el estadio Municipal.
Estadio que fue elegido por los clubes para tener mayor seguridad e incluso se habilitó solamente la tribuna Raúl Evaristo Tal con la finalidad de evitar el contacto directo de los parciales con el alambrado.
Transcurrían 37 minutos del segundo tiempo el árbitro sanciona un penal.
¿Fue penal? ¿Quién se anima a decir, objetivamente que lo vio, o que no lo vio?
El árbitro estaba a dos pasos de la jugada y debe haber visto algo que pocos, desde la tribuna, vieron.
Los propios jugadores de Oriental efectuaron un reclamo procedente por el momento del partido y por darse cuenta que se les iba de las manos un buen resultado pero fue efímero y todos quedaron prontos para la ejecución del penal que terminó en el gol de diferencia que tuvo el partido.
Lo increíble, lo insólito, lo… tristemente lamentable, sucedió un par de segundos después cuando un hombre ingresa al campo de juego corriendo y agredió cobardemente al árbitro del encuentro que estaba de espaldas al lugar por donde había ingresado este triste personaje.
Una persona mayor, un adulto que se supone debe dar el ejemplo, que debe impartir valores a los gurises y fueron estos los que separaron al hombre y se lo llevaron afuera hasta que llegó la policía para hacerse cargo de la situación.
Este hecho no hace otra cosa que confirmar lo que siempre hemos sostenido, la violencia no está en los niños, en los jóvenes futbolistas sino que está en los mayores, en los que piensan que se debe ganar de cualquier manera.
Lo que hizo este hombre no se puede justificar de ninguna manera, no merece otra actitud que el repudio de todos, en primer término del propio Oriental que, como institución, debe hacerse cargo de la situación porque no hace muchos días el propio Presidente del club señaló la necesidad de una autocrítica.
Es obvio que ni Oriental, ni su Presidente, ni el resto de sus parciales puede dedicarse a evitar estos hechos, pero una vez que suceden, alguien debe asumir la responsabilidad y, en este caso, a pesar de todos los atenuantes que pueda existir como institución, es responsable.
Ahora es tiempo de la justicia, y, hecha la denuncia correspondiente, veremos si hay intención por parte del gobierno, de evitar que estos hechos se reiteren.
Lo primero que debería hacerse es evitar que esta persona concurra al estadio por un buen tiempo, y hay formas de hacerlo posible.
El propio Oriental, por la decisión adoptada, ya se ha hecho cargo, creemos que la medida es excesiva, pero adoptada en forma coherente con lo que se había dicho oportunamente.
Lamentable para los más chicos, para los jugadores que no cometieron ningún hecho contrario a las normas reglamentarias en el fútbol, es que se les impide jugar y hoy, no Oriental, sino este hombre deberá sentirse responsable por la decisión adoptada.

Diario NORTE:

Ver comentarios (1)

  • excelente, a eso me referia en el comentario de la nota de ayer, no quedaba claro lo que habia pasado y ahora esta perfecto.

    solo una cosa, pobres gurises que juegan todo el campeonato y en la final los de afuera y los de corbata los dejan sin jugarla.
    Yo jugue en inferiores y me paso algo similar y les aseguro que es terrible no poder jugar despuies de haber ganado el derecho en la cancha.
    arriba!! (y arriba Frontera)