– Llegar a Salto siempre es un placer porque permite unir lo útil a lo agradable.
– Vamos con la finalidad de informar a nuestros lectores, pero aprovechamos la oportunidad para una “escapada” hasta las Termas.
– Un lugar paradisíaco donde se une la excelencia de la naturaleza con la efectividad de la mano del hombre para mejorar un lugar que es atracción mundial.
– Todos los años vemos algo nuevo, todos los años quedamos maravillados con los adelantos en términos de estructura, que se ven.
– Pero, por encima de todo, la amabilidad de todos quienes allí trabajan.
– Facilitan la estadía de todos, solucionan todos los problemas y están atentos en todo momento.
– Y esto no sucedió solamente con nosotros sino que con todos quienes fueron en la excursión organizada que llegó próximo al mediodía y que tuvieron todo lo necesario para hacer un asado que almorzaron alrededor de las dos de la tarde.
– Y la amabilidad no es solamente en las Termas donde hay muchos turistas y el personal es especialmente elegido para trabajar allí, lo es también en cada una de las actitudes de los salteños.
– En la calle, en las indicaciones que brindan, en el estadio y la corrección de alentar a su equipo sin agredir al rival ni a quienes son visitantes y están en la tribuna.
– Un pequeño grupo de riverenses, que no superaban los 35, no tuvieron ningún tipo de inconvenientes en la tribuna, ni aún estando en medio de la parcialidad salteña que no lograba el resultado que deseaba.
– Es más, el director técnico celeste estuvo en medio de la hinchada local y desde allí realizó todas las indicaciones técnicas sin ser molestado, en absoluto.
– Ejemplos que tendremos que imitar.
