Sin duda alguna hay que reconocer que el Programa “Pintó Deportes” de Enseñanza Secundaria ha logrado cumplir los objetivos.
Creado hace dos años ha crecido increíblemente al punto que según datos oficiales, este año, ha movilizado alrededor de unos 200 mil estudiantes.
Jóvenes que compiten en primera instancia a nivel interno de cada uno de los liceos, después en la ciudad y luego en el departamento.
Ya lo habíamos vivido en oportunidad de realizarse algunas etapas departamentales en nuestro medio, la cantidad de chicos que llegan desde el interior para competir en handbol, en básquetbol, fútbol, vóleibol y atletismo.
Pero lo que vivimos en oportunidad de las finales del Nacional de vóleibol femenino fue indescriptible, más de doscientos chicas de todo el país en nuestro medio, los tres gimnasios movilizados, alegría, unión, confraternidad y almuerzos y cenas interminables en el regimiento de Caballería 3 donde fue el hogar de todas por espacio de dos días.
La sonrisa dibujada en el rostro de cada uno de los docentes, de cada una de las instituciones representadas, la conformidad de los organizadores, de la Inspectora encargada del área, del movilizador y el trabajo incesante de cada uno de los docentes buscando que todos los aspectos se pudieran cumplir de acuerdo a lo previsto.
Y se cumplió merced al trabajo y empeño de cada uno de ellos con la colaboración de la población que de una u otra manera siempre están cuando se los llama. Por si todo ello fuera poco, a nivel de la Universidad del Trabajo también se conquistan objetivos importantes.
El Ciclo Básico Tecnológico ha logrado el pasaje a las instancias finales que permitirá que un equipo de handbol femenino o masculino, representa a Uruguay en el próximo Sudamericano.
Sus autoridades no esperaron ese otro peldaño y homenajearon a los chicos que lograron el título nacional.
La medalla en el pecho, el diploma en la mano sirven para justificar la victoria deportiva pero el objetivo va más allá, estos chicos ya han comenzado a ganarle a los tropiezos que la vida les puede deparar.
Hoy ya se sienten ganadores y lo son como personas porque han logrado una serie de valores imprescindibles para el futuro como personas y que van más allá del título deportivo que, en este caso, pasa a segundo plano.
A la juventud estudiantil riverense, hoy movilizada, nuestro apoyo y el deseo de seguir trabajando no solo por logros deportivos sino por los otros, que son mucho, pero mucho más importantes.
