Una jornada atípica en la Divisional B, porque se jugó un solo encuentro de la fecha fijada. Ya llovía, y fuerte, antes del comienzo del partido pero el árbitro consideró que solamente debía solicitar que se marcara el área y el punto penal, para ir a la cancha.
Pero a medida que avanzaba el partido, la cancha comenzaba a mostrar grandes lagunas y el agua y el barro comenzaron a jugar un rol preponderante en las acciones de juego.
Tanto es así que los jugadores debían sortear a los rivales y controlar que la pelota no se quedara estancada en el agua.
En más de una oportunidad el agua se quedó con la pelota y el jugador seguía de largo, en muchas otras la pelota picaba y se iba con rapidez dejando parados a los jugadores.
No era un partido de fácil resolución, porque las condicionantes no eran las mejores.
Los rojos se fueron al descanso con un gol de diferencia ante un Plaza Carreta que no mostró lo mismo que en el segundo tiempo ante Centenario.
De todas maneras era una diferencia interesante y en el segundo tiempo un nuevo gol y poco más.
Dos a cero y punto, como para confirmarse en la punta del certamen, ahora con diez unidades en cuatro partidos jugados.
Plaza Carreta pierde su invicto pero, de todas maneras, está en buen camino en su afán de ser un protagonista en el certamen de la Divisional B.
Luego, el árbitro del segundo partido entre Artigas y Ansina, ya había decidido no jugar debido a que no había condición alguna.
Llovía torrencialmente y había mucha agua empozada lo que impedía ver las marcas del terreno de juego.
Consultado Joel Etchechury nos dijo que además de ello, había muchos riesgos para el físico de jugadores y hasta de los propios árbitros.
Ante todo ello, resolvió no jugar el encuentro de segunda hora y la dirigencia de la Liga resolvió suspender el tercero.
De esta manera entonces hoy se podrá resolver en la sesión del Consejo, que estos partidos se puedan jugar entre semana en el estadio.
Frontera le ganó a Plaza Carreta, al agua y a las pésimas condiciones del campo
