Equipos deportivos profesionales, ¿sí o no?

El tema está planteado y no son muchos los que hablan al respecto. Muchos sostienen que un nuevo equipo profesional, de fútbol, puede ser nefasto para el medio.
Otros, por el contrario, consideran que puede resultar beneficioso y hasta transformarse en una “tabla de salvación” para nuestro alicaído fútbol.
El fracaso de Frontera Rivera, la imposibilidad de sostener un emprendimiento que apareció con muchas dificultades pero que logró consolidarse con la campaña de 1998 cuando se logró un ascenso por méritos propios en una de las hazañas que cuenta la historia del deporte riverense y de la que no nos olvidaremos jamás.
Sin embargo no se supo aprovechar ese magnífico momento de gloria, todo se vino abajo y dos años después el proyecto ya había caído.
Fue cuando surgió el Rivera Livramento casi con las mismas bases que el anterior, sin cimiento que sustentara una permanencia en la Segunda División y una especie de desafío que el propio Daniel Pastorini aún a sabiendas que era casi imposible mantener una institución que se iniciaba en las circunstancias que lo hacía el novel club.
Así se terminó el fútbol profesional riverense, sin una decisión de Asamblea que determinara la desafiliación de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Luego Frontera inició acciones judiciales contra la propia Asociación al considerar que ha sido perjudicado y pidió una indemnización millonaria en dólares.
Que a Frontera lo radiaron de la Asociación Uruguaya de Fútbol por decisiones superiores no hay quien lo dude, lo han confesado muchos, dirigentes, jueces y hasta los propios jugadores de otros equipos.
Aún hoy recuerdo, y se lo dije al Dr. Pablo Eguren en Montevideo, que un árbitro llamó, desde Paysan-dú, para preguntarme el resultado parcial del partido de Frontera porque debía ajustar el de su partido a éste.
Porque, además, nadie de los que vimos los en-cuentros finales por el descenso ante Fénix podemos dudar que se trató de un verdadero despojo.
Nadie de los que conocimos los entretelones de los arbitrajes del fútbol profesional puede decirnos que el atentado que sufrió la madre de Gustavo Méndez no estuvo directamente relacionado con una sanción de una falta en la hora, a favor de Frontera y contra Liverpool, que le costó dos puntos a los negriazules.
Tampoco podrá decirse lo contrario cuando escuchamos las presiones sufridas por integrantes de una terna que vino a arbitrar un partido Peñarol-Frontera que los aurinegros ganaron, en la hora, con la sanción de una falta inexistente, cobrada desde otro lugar, con la pelota en movimiento y luego que se anulara un gol a Frontera por una presunta posición adelantada que luego, la televisión comprobó que era de “tres centímetros”.
Pues bien, a pesar de ello, y aunque no se diga mucho y nadie esté autorizado para hablar al respecto, hoy se sigue hablando de un equipo profesional de fútbol en el medio.
Hay intenciones de concretarlo, hay gente trabajando, hay deportistas y comerciantes que dedican varias horas de trabajo semanal, a la estructuración de un plan sustentable y se cuenta, según sabemos, con el apoyo oficial.
Sin pretensiones de ingresar a un terreno que no nos corresponde, como lo es el de la estructuración del proyecto, debemos alertar que:
1) Para que perdure en el tiempo tiene que tener peso y ser muy fuerte, con cimientos muy sólidos.
2) Que toda estructura debe contar con el apoyo de la Liga de Fútbol de Rivera y todos los clubes afiliados.
3) Que no puede haber apresuramiento y habrá que analizar las posibilidades y consecuencias económicas.
4) Que el fútbol de Rivera no soportaría otro fracaso.
Pero hay más novedades importantes al respecto. En los últimos días, atraídos por la presencia de Rodrigo Riera en nuestro medio, nos enteramos, con relativa sorpresa, que el básquetbol también tiene intenciones de ingresar a una nueva era, la del profesionalismo.
La atracción de Paysandú y Salto en sus participaciones en la Liga Nacional han entusiasmado a mucha gente en todo el interior. Varios departamentos salieron al ruedo y se anuncian otros para la próxima temporada.
Cuando estuvimos en Paysandú y concretamente en el Gimnasio Cerrado pudimos ver la presencia de cincuenta y siete firmas comerciales que apoyaron el proyecto.
El emprendimiento sanducero, a la par de lo deportivo, fue económico y sustentable, por lo menos el primer año cuando llegaron a la final ante Defensor Sporting.
Cuentan que Rivera tiene chances. Nos hablan de importantes empresas que estarían dispuestas a apostar al resurgimiento del baloncesto en el medio.
Un equipo profesional que nos representara en la Liga Nacional sería maravilloso pero es momento de analizar otros aspectos que no pueden ser menores en este emprendimiento.
Por ejemplo, hoy no tenemos jugadores propios al nivel de lo que se necesita para intervenir con relativas posibilidades.
Traer a una selección de jugadores a nivel competitivo será un gasto impresionante y, lo más importante, si es que se pretende hacerlo, habrá que comenzar una gran promoción de chicos que se dediquen al básquetbol desde ahora y en los clubes locales.
Se trata, en definitiva, de dos loables emprendimientos, que por el bien del deporte riverense, ojalá que puedan tener sus buenos retornos, pero el trabajo es lento, sin apresuramientos y sin la urgencia de triunfos que pretendan justificar el proyecto.
Como en todo lo referente al deporte local, estaremos atentos al tema y solicitamos que quienes están al frente de ambos emprendimientos cuenten con el apoyo de la prensa deportiva del medio, pero para ello, es importante que no hayan secretos, que lo que se pueda establecer como pautas de trabajo se hagan a la brevedad y allí estaremos, por lo menos nosotros que ya hemos dado muestras suficientes de alentar todos los proyectos locales en materia deportiva.

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