SALTO (Con datos y fotos de Gabriel Paique). Un fin de semana diferente, porque en Rivera se suspendió toda la actividad que se había reestablecido hace dos semanas.
La cantidad creciente de casos de COVID-19 hizo que las autoridades departamentales y nacionales decidieran que todo debe comenzar nuevamente, y volvimos a punto cero, a recomenzar todo el trayecto que nos había llevado a mejorar mucho nuestro estado sanitario.
Un fin de semana donde los principales clubes del fútbol uruguayos se salieron con la suya y trasgredieron una disposición sanitaria; debían permanecer en la burbuja sanitaria y aparecieron recibiendo premios en un agasajo y en sus domicilios descansando.
La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) no debió haber postergado sus partidos y debieron enfrentarlos con lo que tuvieran, porque allí estaba la sanción, pero en definitiva fue un premio, ya que trasladaron sus partidos para el próximo fin de semana.
Entonces nos quedaba la alegría del fútbol del interior, con dos finales, una en sub-17 y al día siguiente en mayores, y en ambos casos con situaciones realmente interesantes. Por ejemplo, Salto estaba en las dos y ambas se jugaban como local en el Estadio “Ernesto Dickinson”.
De las cuatro selecciones que estaban en esta instancia tres eran de nuestra Confederación (el otro era Paysandú en juveniles).
SUB 17: SALTO LOGRA SU QUINTA ESTRELLA EN JUVENILES
Los salteños ejercieron una superioridad manifiesta ante los sanduceros en la final de la Confederación Litoral Norte. Fue una campaña muy buena primero, hasta que se paralizó la competencia por la pandemia, y extraordinaria después, ganando los seis partidos jugados, con 18 goles a favor y sólo uno en contra. El global de las finales clásicas fue 7-1. Nada para agregar.
Los dirigidos por Wilson Cardozo dominaron de principio a fin, ante una selección visitante que no encontró los caminos y las pocas veces que pudo generar oportunidades las desaprovechó. Salto encontró la ventaja tras un penal bien sancionado por Adrián Ferro, ejecutado por Enzo Zapata.
Se afianzaba el resultado de 3-1 obtenido en la ida, pero un minuto después Paysandú tuvo la gran oportunidad de “ponerse en partido”, con otro penal bien sancionado. Giuliano Sano remató cruzado y Nicolás Sánchez tapó de buena manera, coronando su sobresaliente actuación durante todo el torneo.
El penal marrado terminó de desalentar anímicamente a Paysandú y mucho más a los 34’, cuando Enzo Zapata puso el 2 a 0, rematando con potencia.
El golpe de “knock-out” llegó cuatro minutos después: Cristian Zapata conectó de cabeza, poniendo el 3 a 0 con que se fueron al descanso.
El segundo tiempo estuvo prácticamente de sobra, Salto manejó el balón con tranquilidad y Paysandú tuvo tenues intentos de acercamiento, no llegando a inquietar. El 4 a 0 definitivo lo marcó Sebastián Farías, de penal.
En definitiva, Salto se quedó con la Copa Nacional de Selecciones en sub-17, ganando con autoridad, disciplina, talento e inteligencia para manejar el partido. Premio al trabajo mancomunado de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, coronado en una nueva noche de gloria en la historia salteña.
Pero en este encuentro hubo un hecho que merece ser destacado. Al finalizar el encuentro los campeones festejaban, se prepara el protocolo de entrega de medallas y surgió la novedad que llamó la atención porque no es normal, cuando debería serlo.
Los jugadores sanduceros, perdedores, vicecampeones del interior, solicitaron ser ellos quienes entregaran las medallas a sus oponentes en la cancha y así, uno a uno fueron pasando los campeones mientras que los jugadores de Paysandú colocaban la medalla en el pecho de los campeones.
Un hecho realmente importante y digno de destacar.
MAYORES: SALTO CAMPEÓN DEL INTERIOR POR TERCERA VEZ
En esta oportunidad, en mayores, el rival era Canelones del Este quien llegaba por primera vez a esta instancia. Pero el equipo de Jorge Noboa estaba muy firme y logró tres goles antes de la media hora del partido como para asegurar el título.
El mal estado del tiempo, lluvia, mucho barro, camisetas que quedaban muy pesadas y embarradas, la pelota pesaba muchísimo y mucho más para los canarios, que logran descontar recién promediando el segundo tiempo, pero lo único que se esperaba era el final del partido para iniciar el festejo.
Todas las autoridades de OFI presentes: el Presidente, el novel Vicepresidente y varios Consejeros. Y el pitazo final llegó dando rienda suelta a la alegría de los salteños que comenzaron a ingresar por todo lugar para estar junto a los campeones.
¿Y EL PROTOCOLO?
Se sabía de antemano que era muy difícil y complicado cumplir con el protocolo que establecía que solamente podía haber sesenta personas (con jugadores incluidos) de los locales y cincuenta de la visita.
Cuatro árbitros, dos veedores y algunos dirigentes de OFI y la prensa deportiva no deberían jamás llegar a las ciento cincuenta personas. Lo que se vio en las imágenes televisivas fue mucho, muchísimo más que ello.
Mujeres, niños y hasta una parcialidad con bombos y platillos, y todos en el campo de juego posando para un fotógrafo que debe haber acumulado un par de aguinaldos para el caso de poder cobrar todas las fotos que pudo tomar.
Es más, en la transmisión se le preguntó al presidente de OFI respecto a la presencia de tantos aficionados, familiares y afines y todo fuera del protocolo. Mario Cheppi dijo que en determinado momento habló con el Presidente de la Liga salteña haciéndole ver la situación y este le aseguró que los portones se habían cerrado.
Pero se encontró la fórmula de entrar, por encima del muro, por el segundo portón del Dickinson, en fin, por cualquier lugar que permitiera estar cerca de los jugadores en el momento del pitazo final. “Vamos a realizar un informe al respecto y veremos qué medidas se puede adoptar, pero en realidad entendemos a los salteños que quieran estar junto a los ídolos”.