Cancha deslumbrante, sol radiante, pero OFI resolvió suspender la fecha en todo el país

(Por Freddy Silva) Uruguay tiene exactamente 176.215 kilómetros cuadrados y cuatro regiones muy bien definidas, sin embargo, por lluvias torrenciales en menos de la mitad de ellos, la Organización del Fútbol del Interior (OFI) determinó la suspensión de toda la actividad juvenil prevista para el fin de semana.
Medidas adoptadas desde atrás de un escritorio que no compartimos jamás, porque siempre perjudican a unas en beneficio de otras. Se sabe perfectamente que nada adelantaba desde el punto de vista cronológico haber jugado en el norte y litoral del país donde el tiempo se presentaba en condiciones normales como para jugar un partido de fútbol.
Y en algunos casos, como por ejemplo el nuestro, con partido fijado para el domingo, con una cancha que luce excepcional, con un sol radiante y la pelota no rodó, todo ello y a pesar de haberse jugado no adelantaba nada porque en determinado momento se iba a parar una semana para que los demás se pusieran al día con el fixture.
Sin embargo, hay que pensar en el futuro cercano porque no hay nada que nos asegure, a nosotros, a Rivera, que el próximo fin de semana vamos a tener un buen estado del tiempo y lo mismo en todo el país y se va a poder jugar con normalidad.
Aquí, en el litoral y en parte del este, se pudo, se debió haber jugado y en caso de suspensión que se limitara a las canchas que no daban condiciones y a las ciudades a las que era difícil acceder por algún paso cortado. En todo caso se pudo haber postergado del sábado para el domingo, porque ayer hubo buen estado del tiempo en todo el territorio nacional.
¿Cuántas veces hemos jugado bajo lluvia torrencial? ¿Cuántas veces hemos tenido que jugar sin público en las tribunas porque el tiempo no permitía que nadie saliera de su propia casa?
La propia Organización del Fútbol del Interior establece claramente que no se deben suspender partidos por respeto a las delegaciones y árbitros que viajan de un lugar a otro.
En este caso especialmente debemos referirnos a quienes ya habían salido a jugar su partido en otro pueblo o ciudad, a los árbitros que, en gran porcentaje de los que actuaban el sábado, ya estaban en camino o en destino de su lugar de actuación.
Y todo porque la Organización del Fútbol del Interior lo dio a conocer la medida a las 11:45 horas del sábado, a menos de dos horas del comienzo de la actividad con delegaciones viajando y otras almorzando para irse al estadio o cancha.
Exactamente a esa hora está la comunicación del Presidente de OFI a las Ligas del interior que establecía lo siguiente:
“A Ligas y Clubes: En las últimas horas la OFI tomó la decisión de suspender todos los partidos sub-14, sub-15 y femenino dada las intensas lluvias caídas en la madrugada del 27 de agosto.
A partir de la hora 9:00 fueron varias las llamadas y videos recibidos mostrando campos de juego inundados, motivo por lo que se decidió la suspensión.
Dadas las distancias a esa hora varias delegaciones llevaban ya, dos horas o más de viaje hacia el lugar del partido y otras casi llegando.
Fue un imprevisto y fue imposible atender la situación a tiempo, el día previo todo normal y en la madrugada de hoy casi todo al revés, por lo cual, pedimos disculpas a quienes hicieron varios kilómetros para jugar y no lo pudieron hacer.
Los avatares del tiempo y clima obligaron a tomar resoluciones no deseadas. Nuevamente disculpas”.

Se podrá decir en favor de la Organización del Fútbol del Interior que es la que paga los gastos de traslados, arbitrajes y seguridad, pero ello no es todo en un espectáculo.
Hay almuerzos, meriendas, hasta podemos agregar que hay técnicos, ayudantes, delegados que debieron faltar a su trabajo para viajar al frente de la delegación. Hay padres que fueron de un lugar a otro sin conocer la noticia y hoy deben afrontar los gastos que ello demanda.
En fin, nunca vamos a estar en contra a la suspensión cuando ella se justifique por la realidad de una cancha anegada, de un estado del tiempo que pueda hacer peligrar la integridad física de chicos de trece y catorce años, pero de lo que siempre vamos a estar en contra es en la generalización.
Y nos referimos concretamente a nosotros mismos. Ni Rivera, ni Tranqueras debieron estar dentro de esta disposición y no debió haberse suspendido nuestro encuentro, como tantos otros en el país.

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