Las pruebas están; todos los lunes los clubes se enteran de los déficits y lo que deben abonar para seguir jugando el Campeonato Rivera.
Hubo, sin embargo, jornadas de superávit y hay razones para ello.
La buena organización, dejar de lado lo que establece el sorteo del fixture y jugar de acuerdo a lo que dicte la razón y el entusiasmo de la gente.
Es evidente que no podemos estar de espaldas a la realidad y seguir jugando con poco público cuando, con muy poco, se puede lograr por lo menos que la gente se entusiasme y vaya al fútbol pero en días y horarios que pueda hacerlo.
Desde que han aparecido los comercios de venta bajo el régimen de Free Shop ha creado muchos empleos y muchos de ellos son jugadores que, generalmente no pueden lograr estar en las jornadas sabatinas.
Los brasileños se adueñan de la ciudad y permanecen durante todo el fin de semana.
Muchos, muchísimos de los aficionados que van al fútbol tienen, los sábados, su jornada de mayor recaudación, vendiendo en puestos fijos, guiando a turistas, cuidando autos, en fin, toda una gama de posibilidades que no pueden desperdiciar por más que les guste el fútbol.
Pero hay otras situaciones que colaboran y que hay muestras claras de ello, Frontera Rivera Chico debe jugar el domingo y de eso no hay duda alguna.
Es el equipo que mayor cantidad de aficionados le aporta al fútbol pero ello se reduce a menos de la mitad si juegan el sábado.
Los mejores partidos se deben jugar el domingo que es el día que la mayoría de la gente puede asistir.
Mientras los delegados no adviertan esta situación seguirán pagando, todas las semanas, para seguir jugando.
Pero creo que todos lo saben, que no puede ser ajeno a la realidad pero, lamentablemente, hay quienes buscan defender a ultranza pequeñas consideraciones deportivas que muchas veces no se confirman en la cancha y que terminan por ser más difíciles de solucionar cuando hay que “meter mano en el bolsillo”.
Para hoy está previsto el estudio de este tema, esperemos que los clubes se den cuenta que no se puede seguir así, que deben buscar las soluciones y todos saben el camino a transitar.
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Evidentemente, nadie está dispuesto a perder dinero, es algo que no suele gustar. Hace un año, en conversaciones con algunos dirigentes y representantes de clubes, coincidíamos en lo imperioso de una reconcepción del funcionamiento de la Liga local. Su financiación, su mercado de fichajes, subvenciones, el "merchandising", la diversificación de los usos del Estadio, modernización de sus intalaciones, estacionamientos, transportes, coste de entradas adecuandolas a la realidad local, reducción de costes pero no "a toda costa" sin precarización de servicios, el cuerpo técnico de los equipos "profesional" lo que contribuirá a la mejora del espectáculo garantizando "otro nivel" en los deportistas, gestionar "empresarialmente" el fútbol local, etc., etc., etc.. Hoy, sigo leyendo los mismos titulares, los mismos problemas y los mismos protagonistas. ¿Es posible que el tiempo discurra a diferentes velocidades, según se esté dentro o fuera del departamento?