Primera Feria del Libro de la Cuaró: Frontera, libros y arte

I
Entró el verano con fiebre, mucha fiebre. Cerca de 40 grados en la sensación. El martes y miércoles 19 y 20 de diciembre el calor y el entusiasmo nos hizo sudar la gota gorda, allí en el barrio Rivera Chico. La Cuaró, el Frontera y nuestra frontera vieron nacer la 1ª Feria del Libro.
He participado de muchas ferias de libros: en Montevideo recuerdo la emblemática Feria del Libro y del Grabado de Nancy Bacelo en el Parque Rodó en diversas ediciones; en la de Porto Alegre como paseante-lector y durante 4 años como librero. Y en nuestra frontera las también 4 ferias del libro en la Plaza Internacional. Debo decir que las ferias fueron siempre un pre-texto para el encuentro.
La cultura de los libros merece ser destacada y festejada. ¡Hemos aprendido a viajar por ellos! La barbarie empezó su caminata de espaldas gracias a la historia, a los vates, a los homeros que cantaban las gestas épicas de héroes y dioses, “misturados” a los humanos. Los cantos, las danzas, el teatro, la filosofía, los saberes y sentires se fueron escribiendo en los arcaicos libros.

II
Las ferias empiezan con el comercio, el intercambio de valores y bienes y contratos de diversos tipos (desde casamientos “arreglados” hasta la infamante venta de esclavos). El cimiento de la palabra “feria” se remonta al latín antiguo “festivitas” que significaba “dies festi” (días festivos), de donde surgió un vocablo muy parecido al que conocemos hoy, “feriae”.
Igualmente, el significado etimológico de la palabra “libro” proviene del latín “liber”, expresión con la que los romanos designaban la parte interior de la corteza de los árboles, que usaban para escribir. “Liber” da origen a la palabra “libre”. Es una ocurrencia necesaria y procedente: el libro nos hace libres.

III
En la antigua Roma la feria era el día de celebración religiosa en el que no se trabajaba. En la edad media europea y continuando con la religiosidad de los días de feria, ésta fue evolucionando poco a poco hasta convertirse en esperados días de feria o feriados o días de venta de mercancía en que los mercaderes, por lo general instalados al lado de conventos, monasterios y después templos religiosos que los protegían, ofrecían mercadería que, dada la inseguridad de los caminos y huellas, almacenaban durante el año para luego vender en la feria.
No será hasta los últimos tiempos del siglo XVI que el negocio de la distribución del libro se encontrará organizado por toda Europa.
Las ferias, fueron amplios escenarios comerciales en las que el libro era sólo una parte del gran sistema mercantil. Lo antes expresado se ilustra en que, además de textos y manuscritos escritos por monjes, se podía encontrar pieles de los Bálticos, especias orientales, lazos y telas de Flemish, seda china, artículos de vidrio de Venecia, joyas, maderas de construcción, coronas de rosas tirolesas y caballos. No será hasta algunos siglos después que podemos empezar a hablar de las ya célebres ferias especializadas.
Entre los eventos feriales actualmente importantes podemos citar: Feria de Frankfurt, (Alemania), Feria del Libro de Guadalajara (México), Feria de Nueva Delhi (India), BookExpo America (EUA), Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia (Italia), Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (Argentina).

IV
La Feria de la Cuaró sigue la tradición cultural originaria de las demás ferias del libro. E incluye otras cosas. Un acontecimiento que comenzó a cimentar un aporte nuevo a una perspectiva cultural transformadora para la barriada de Rivera Chico y otros barrios aledaños donde se “misturaron” las fronteras y las “fronteridades”.
La presencia de editoriales “fuertes” como Banda Oriental, Rumbo, Escaramuza, De la Cátedra (Tacuarembó), ed. abrelabios, bibliotecas como: Biblioteca Nacional, Unipampa (con su inusual “troca de livros”), librerías como: Rizoma, La Aldea y expositores independientes, confluyeron para el suceso de la feria.
El homenaje al Padre Silva Godoy marcó un momento de mucha sensibilidad y emoción. A pesar de su voz entrecortada y murmurante, su mente clara y sus ojos vivos decían del agradecido reconocimiento.
El eje temático elegido fue “Fronteras” y las actividades programadas siguieron esa línea (no divisoria) que fueron desde la conferencia de la profesora e investigadora de historia Selva Chirico sobre nuestra Rivera, Liane Chipolino Assef presentando “Memorias Bohemias” en el espacio del Café Literario.
Se presentaron, además, libros infantiles de los poetas “gaúchos” Daniel Retamoso y Pedro Marodin (Porto Alegre) con ambientación musical de Ciro Ferreira (Santa María).
A la noche, en horario noble, Raphael Ficher (absolutamente disfónico) fue presentado por David Benavidez en tanto autor de “Cuentos Guarangos” de editorial Rumbo.
Rumbo que anda bien rumbeado, y que a través de La Aldea, presentó su línea editorial con libros de alta calidad que apuntan a visibilizar a escritores nacionales.
El club Frontera estaba rebosante de público. Al final del espacio se armó una rueda de poetas y escritores (AER, CAPOSAN, Talleres Literarios) a micrófono abierto.
El calor dio “un respiro”. Y la noche nos juntó en la esquina de Carámbula y Cuaró donde se presentaron en el escenario a cielo abierto las bandas de rock fronterizo: Lingua Mae, Doble Chapa, O Morto e seus Capangas. Poesía “das cuneta e dus doble chapa”. Inolvidable encuentro.
El miércoles 20 decidimos abrir la feria una hora después del horario establecido, el día anterior fue intenso y tenso y se armaron tres exposiciones: 1) de fotos “Rivera Lado B” de Adriana Epifanio, 2) de artistas plásticos y fotógrafos (Vartan Vartanian, Gustavo Alsó, Maria Luisa de Leonardis, Raúl Sarasola, Daniel Cotelo, Adriana Epifanio, Nilton Olmos, Elisa des Esarts, Daniel Silva y Jorge Salines, coordinando) y 3) libros que cuentan la trayectoria bibliográfica del poeta y trovador de nuestro norte recientemente fallecido, Washington “Bocha” Benavidez. Desde Tacuarembó, Cley Espinosa trajo la muestra.
El lunes, también se montó la cantina inclusiva, con alimentos elaborados artesanalmente y con productos orgánicos y naturales, con un equipo de primera: Marcela, Jusara, Marcos, Juan y Verónica.
Las artesanías tuvieron su lugar destacado y fueron centrales con sus diseños y creaciones novedosas, la coordinación fue de Adriana y Nacho.
El miércoles 20 comenzó con la presentación del libro de Marcelo Sosa Guridi (montevideano, radicado hace unos meses en Rivera) su “Diccionario de Bolsillo” de la editora abrelabios. Le siguió una serie de lanzamientos y relanzamientos: mis “Crónicas”, “Colirio para águilas” de Cley Espinosa, “Frontera|s” de nuestra potente poeta Nélida Marina Higgie.
A las 21 h se realizó le inauguración de la exposición de fotografías realizado por Centro Mec Rivera durante este año.
En seguida el escenario se trasladó para el patio interior del club (brillante Amaro). El clima se puso tanguero y candombero. Fueron vivamente aplaudidos: la escuela de tango de la IDR, Carmen Leticia “Chita” apasionada como siempre, Ciro Ferreira (de Santa María) que cantó a Silvio Rodrigues entre compositores uruguayos y sus propias composiciones; el grupo de Danza Afro Rivera nos embrujó con sus cantos y encantos de ceremonias afro; Candombe Tres se presentó por primera vez y lo hizo con calidad y arte al cubo. El cierre de lujo lo dio la comparsa Biricunyamba.

V
“Leitura con Arte na Cuaró” fue el lema elegido de la 1ª Feria del Libro (gracias Xavier). En portuñol (adrede y con orgullo). Todos sabemos qué el portuñol es nuestra lengua de los afectos, o como dice Lingua Mae: “se tu naum fala portuñol / naum conhece a miña dor”. Agregaría: tamem naum conhece miña alegría.
Beto Araújo tiró la primera piedra, el Frontera la recogió, el colectivo Cuaró de Fiesta llegó con el bodoque cargado de palabras y acciones para ayudar en la organización, nos sumamos a Comunidad Cuaró. Y fuimos construyendo apoyos: Centro MEC (desde el inicio), los necesarios de la IDR y otras empresas del barrio y de Riveramento y de los Fondos Concursables de la Cultura a través de Rivera Plan B.
Hay ideas, muchas, para este 2018. Se dio el puntapié (no existe mejor metáfora, por el glorioso y futbolero Frontera) y después de carnaval (donde habrá extra-ordinarias novedades) y del inicio de clases, empezaremos a recoger las piedras plantadas este año. E iniciar la albañilería de la 2ª Feria del Libro de la Cuaró.

Diario NORTE: