Arq. Ney Leites, un riverense destacado y de gran trayectoria

(Por José María Almada Sad) Rivera ha dado hijos pródigos en todas las generaciones; hoy queremos referirnos a uno que paseó por este terruño su bonhomía, su don de gentes, su poco común inteligencia, sumado a su origen extremadamente humilde que no le impidió ser vital para el desarrollo riverense, con la sencillez que viste a los grandes hombres.
El arquitecto Ney Leites dos Santos Farías nació en Rivera -Mons. Vera 1181- el 27 de diciembre de 1927, hijo de José Manuel Leites y Fermina dos Santos Farías, ella de origen brasileño.
Fue alumno de la Escuela Nº 1 y luego del Liceo Departamental, donde el uniforme de los varones era un traje y por los escasos recursos de la familia, concurría con uno obsequiado por un vecino, de varios talles más grandes; quienes conocimos al arquitecto Leites sabemos que si algo no lo destacaba era su estatura física.
En esos tiempos de marcantes esfuerzos, Leites como muchos de sus compañeros concurría descalzo los días de lluvia, con los zapatos en la mano pues debían durar todo el año.
Hizo “Preparatorios” -hoy Bachillerato- en el Instituto Vázquez Acevedo “IAVA” de Montevideo, dado que Rivera carecía de ello. Estudió Arquitectura con ayuda de la Intendencia de Rivera que le otorgó una beca de 24 tickets de alimentación por mes en un comedor público, donde concurrían en mayoría obreros. Un año después consiguió trabajo como dibujante de una fábrica de carteras con lo que renunció a la beca para que la aprovechara otro estudiante riverense.
Gran parte de su carrera la cursó rindiendo exámenes en condición de libre, para poder estudiar y trabajar a la vez, obteniendo el título en 1949. Al término de la carrera ingresó por concurso a la Intendencia de Montevideo.
Se especializó en hormigón armado en Estocolmo, capital de Suecia, y en París, Francia; también en Brasil, donde recibió el título de post grado de manos del propio presidente Getulio Vargas.
Dejó su impronta en Montevideo donde muchos edificios -que pueden apreciarse hasta la actualidad- fueron diseñados por él. Tomó la decisión de retornar a Rivera en 1952, y de inmediato fue invitado a ingresar a la Intendencia riverense por el Intendente Dr. Orlando Gil, y se crea el Departamento de Arquitectura y Urbanismo, el cual dirigió Leites por unas tres décadas.
Y desde allí diseñó obras municipales como el Autódromo “Eduardo P. Cabrera”, el Estadio “Atilio Paiva Olivera” e incluso el actual edificio de la Intendencia, entre otras muchas obras de su autoría.
Estaba casado con la tranquerense Perla Eva Sepúlveda -docente de Inglés y Directora del clásico Instituto IETI-, con quien tuvo tres hijos, Gustavo, Pablo y Alejandro, todos quienes ser formaron como profesionales universitarios.
Durante varios años fue arquitecto del Banco Hipotecario para Artigas, Tacuarembó y Rivera, aunque luego renunció a los dos primeros por falta de tiempo.
Muchos de sus trabajos fueron realizados en forma honoraria, poniendo generosamente su tiempo al servicio de vecinos, instituciones deportivas, sociales, religiosas, educativas como UTU, Liceos, Colegios, así como Capillas, y entidades de diversa índole.
Ayudó en gran forma a que los obreros de la Intendencia tuvieran su vivienda digna, y es apenas un ejemplo de una vida bien aprovechada al servicio de los demás.
En la entonces Plaza Río Branco -hoy Artigas- diseñó la alegoría que simboliza el Éxodo, luego de lo cual se instaló el monumento al Prócer, obra del escultor Pablo Serrano en la cual participó Leites; y aquí un paréntesis, también participó otro destacado riverense, símbolo vivo de las artes, el Prof. Osmar Santos.
Como relatamos en NORTE hace algunos años, hay una curiosidad que pocos saben, y es que las manos de ese Monumento al Gral. Artigas, son “las manos” del Prof. Osmar. Nos relató que cuando estudiaba en Montevideo “frecuenté mucho el taller del escultor español Pablo Serrano. Para aquel gran maestro de la escultura tuve el gran privilegio de posar como modelo cuando realizó la estatua. Tanto la mano que sostiene las Instrucciones del Año XIII como la que se apoya sobre el sable, son mis manos”, contó.
Pero volviendo al Arq. Leites, un capítulo especial fue la construcción del autódromo en forma casi quijotesca por la gran pendiente, el suelo inhóspito, en épocas de escasa maquinaria, pocos obreros y escasos recursos; relataba que todo se hizo a pulso y con un tractor apenas.
En Livramento también dejó su huella diseñando varios puentes de hormigón armado, y otras estructuras. También en Tranqueras, Minas de Corrales y Vichadero realizó varias obras en sedes de cada Junta Local, varios clubes de esas localidades, locales del BPS, centros educativos y más.
En Rivera, y por agregar a las ya mencionadas recordemos el Estadio Municipal, Banco del Norte, Club Boulevard, Club Artigas, Laboratorio Federico Díaz, Junta Departamental, Teatro Municipal -antiguo Cine Artigas-, Silos Fabrasile, varios núcleos de viviendas de la ciudad, edificio “1º de octubre”, petit pavée en plazas y bulevares, verdadero sello riverense, actual edificio de la Intendencia; bajo su dirección se aprueba la ordenanza que dispone que las edificaciones en Avda. Sarandí tengan por lo menos dos plantas a fin de mejorar la fisonomía del centro.
Podríamos seguir con una larga lista, pero estos ejemplos mencionados muestran la trayectoria, la capacidad y el talento de quien ha dejado una huella muy profunda en el urbanismo de Rivera, interior del departamento, Livramento, Montevideo; en épocas de despegue, de progreso no sin esfuerzos, en tiempos de poca tecnología, pero de mucha visión de futuro de la época, el hoy de actualidad. Tiempo actual donde todos disfrutamos de sus obras de ayer, muchas veces sin saber la autoría.
Y con todo eso hizo tiempo para integrar directivas de instituciones locales volcando su capacidad y energía en ellas; son simples ejemplos la Agrupación Universitaria de Rivera y la Sociedad Criolla de Rivera.
Ese idealista, soñador de pies en la tierra, incansable trabajador profesional, dejó la vida terrena el 29 de octubre de 2014, envuelto en el silencio que adorna a los grandes.
En las últimas semanas la Junta Departamental de Rivera designó con el nombre “Arq. Ney Leites” al anfiteatro de Plaza Flores, y resta solo la formalidad de la firma oficial de la Sra. Intendente Prof. Alma Galup.
A partir de allí los habitantes de este departamento tendremos la oportunidad de realizar justicieros homenajes y recrear su vida, especialmente para que las generaciones nuevas conozcan a quien nos dejó tantos lugares, edificios, espacios, que hoy disfrutamos.
Inspirado en la humildad de su origen, engrandecido por su talento y su energía, enaltecido por su trabajo voluntario, vivió en austeridad, con sencillez, luciendo un temperamento firme y respetuoso hacia sus semejantes de cualquier condición. Así pasó por la vida un grande entre los grandes.
Gracias querido y recordado arquitecto Ney por su noble y valioso legado a nuestra colectividad.

Diario NORTE: